Los problemas físicos siguen persiguiendo a Robert Williams. El pívot, quien llegó a la NBA en 2018 de la mano de Boston Celtics, deberá volver a pasar por el quirófano –ahora como miembro de Portland Trail Blazers– por una lesión en la rodilla derecha que se produjo en el último partido ante Memphis Grizzlies.
No se trata de una película nueva para el jugador de 26 años. Formando parte de los verdes ha tenido hasta tres temporadas en las que no ha jugado más de 35 encuentros en temporada regular, mientras que en las dos restantes disputó 52 y 61; es decir, verle lesionado es cualquier cosa menos una novedad.
En cuanto a esta última dolencia, aún se desconoce qué tipo de cirugía será necesaria –algo en lo que están trabajando médicos y el agente de Williams, Kevin Bradbury de Lift Sports Management–. Una vez se sepa, se podrá dar forma a un calendario para su recuperación; eso sí, ya se habla de un tiempo prolongado de meses alejado de las canchas.
Williams llegó a Portland como parte del traspaso que mandó a Jrue Holiday a los Celtics. Aunque en la organización de Oregon no tenían claro que sería una pieza del equipo a largo plazo, sí entendían que tenía un alto valor comercial y que podían conseguir algo interesante a cambio de él. Ahora, con esta lesión, todo salta por los aires.
Aunque Williams ha demostrado ser un eficiente protector del aro, sus continuas lesiones le están lastrando. En marzo de 2022 se rompió el menisco de la rodilla izquierda. Ya en verano de ese mismo año, tuvo que someterse a otra cirugía en la misma articulación… Sus rodillas no le dan tregua.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)