Los Phoenix Suns han estirado a siete su racha de victorias tras asaltar el American Airlines Center de Dallas por 113-114, confirmándose como uno de los mejores equipos de este arranque de curso. Los de Mike Budenholzer, que solo han caído ante los Lakers, están exhibiendo por fin todo el potencial que se sabía que tenía esta plantilla, y asaltando la cancha de uno de los candidatos del Oeste han logrado hacerse con un triunfo que les mantiene a la cabeza de su conferencia con un balance de 8-1. Un triunfo que llegó de la mano de un protagonista un tanto inesperado.
Jusuf Nurkic emergió como salvador de los visitantes cuando las piernas empezaban a pesar y las muñecas no estaban ya del todo finas, usando su talento reboteador para compensar la falta de acierto y dar a Phoenix lo justo para acabar llevándose el choque. En un tramo final en el que ambos equipos pecaron de desacierto, el bosnio se encargó de convertir los últimos cinco tantos de los suyos aprovechando que el juego interior de Dallas estaba mermado por las lesiones, anotando primero en la continuación de un pick & roll y posteriormente imponiéndose en el rebote. Tras uno de ellos anotó el mate que colocó el 113-111 en el marcador, y después de que Dallas igualara el choque, fue también una captura en ataque lo que le permitió forzar la falta que le llevó al 4,60 para convertir un tiro libre que decidió el duelo a falta de 8 décimas.
Así, logró compensar la falta de acierto de unos Suns que no necesitaron la noche más inspirada de sus estrellas en ataque. Kevin Durant lideró al equipo con 26 tantos, una cifra no necesariamente llamativa en su caso, y los siguientes anotadores fueron Royce O’Neale y Tyus Jones con 18 y 17 puntos respectivamente. Bradley Beal y Devin Booker, por su parte, estuvieron algo más discretos y desacertados en el lanzamiento, aunque este último, con 12 asistencias, consiguió ser importante como generador.
Sin banquillo
Los Mavericks, por su parte, dependieron en exceso de los 30 y 29 tantos convertidos por Luka Doncic y Kyrie Irving, que no encontraron excesiva ayuda dado el desacierto de Klay Thompson y Naji Marshall en el tiro exterior (3/13 entre ambos) y menos aún en los hombres de banquillo. Con Exum, Kleber, Lively y Washington de bajo, Kidd se quedó con una rotación muy corta y se obligado a tirar durante muchos minutos de hombres como Spencer Dinwiddie y Dwight Powell, que aportaron más bien poco e hicieron que la contribución del banquillo texano se limitase a 9 puntos por 28 de los visitantes.
Este tropiezo convierte a Dallas en uno de los cinco equipos del Oeste con un balance de 5-4, lo que los sitúa en la zona media de una conferencia igualadísima y en la que será necesario sumar muchos triunfos para mantenerse arriba. Por ahora las sensaciones del equipo han sido buenas, pero esta acumulación de bajas ha generado algunos problemas que le están impidiendo brillar y terminar de afianzarse en la parte alta.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)
