Elegido en el puesto número 8 del draft de 2020 por New York Knicks, Obi Toppin ha completado tres cursos en territorio neoyorquino antes de ser traspasado este verano a Indiana Pacers. Pese a que parecía instalado en el esquema de Tom Thibodeau, el alero tuvo que hacer las maletas y ahora se ve en un nuevo escenario; eso sí, sin olvidad todo lo que ha sentido en su etapa como knickerbocker.
«Lo pasé muy bien con los Knicks. Obviamente, ha sido un sueño tener la oportunidad de jugar en Madison y, obviamente, ponerme la camiseta de los Knicks. Había grandes jugadores allí, grandes entrenadores… Todo el mundo fue increíble durante mi estancia allí», comenta en declaraciones a SNY.
Toppin habla con cierta nostalgia tras dejar el equipo de su ciudad natal, Nueva York, pero no por ello pierde la perspectiva respecto a lo ilusionante que es comenzar un nueva aventura con los Pacers.
«No voy a decir que es súper frustrante lo que ha ocurrido, ya que las cosas suceden por una razón. Estoy súper emocionado, viviendo el momento y contento de estar aquí en Indy. No puedo esperar para empezar», señala.
Durante su última campaña en la Gran Manzana, el jugador de 25 años terminó promediando 7,4 puntos, 2,8 rebotes y 1 asistencias en 15,7 minutos por noche. Ahora, de cara al curso 2023-24, se une a un grupo joven que está liderado por el que fuese número 12 de su mismo draft, Tyrese Haliburton, quien firmó una extensión máxima con los de Indianapolis. Respecto a sus posibilidades en el nuevo esquema, deja claro que su único objetivo es no escatimar una sola gota de sudor.
«Siento que todo lo que voy a hacer es dejar que mi trabajo hable por sí mismo. Como dije, estoy súper emocionado de tener la oportunidad de tener este nuevo comienzo, de estar aquí en Indy. Y como también dije antes, voy a trabajar para conseguir todo lo que me proponga en el futuro», concluye.
(Fotografía de Elsa/Getty Images)