Relegado al ostracismo en Philadelphia, Jahlil Okafor recibió la noticia de su traspaso a Brooklyn Nets con alivio. Ya no se trataba de la ciudad o de los objetivos deportivos del equipo, sino de simplemente poder jugar al baloncesto y demostrar si tenía sitio o no en la NBA. Pues ni una cosa ni la otra.
Okafor tuvo un comienzo esperanzador con la franquicia neoyorquina, llegando incluso a firmar actuaciones destacables como los 21 puntos que anotó el 27 de enero en cacha de Minnesota. Parecía que había encontrado su sitio, o al menos uno en el que desarrollar su juego, pero tal positivismo fue perdiendo fuerza conformo empezaba a ver los partidos sin saltar a la cancha. Más claro. En los 18 encuentros que los Nets han disputado desde el All-Star solo ha participado en tres.
Vuelta al punto de partida. Aunque en más de una ocasión haya declarado sentirse cómo en Brooklyn, Okafor empieza a sentir que tampoco es un lugar en el que confíen en él. Por ello mantiene abiertas todas las puertas de cara a un verano en el que será agente libre sin restricciones, dejando claro que el tiempo en pista, el dinero, el estilo de juego, la oportunidad de ganar… Todo ello influirá en su elección.
«Todo eso va incluido en el paquete. Pero siendo honesto, no tengo experiencia alguna en esto, así que simplemente estoy intentando terminar fuerte la temporada. Me orientarán personas que se han estado ocupando de este asunto y me apoyaré en ellas. Realmente no sé qué esperar. Lo que quiero es jugar al baloncesto», comenta a New York Post.
Sus opciones
Los largos periodos que ha vivido en las dos últimas campañas sin contar para sus entrenador influirán negativamente a la hora de buscar un nuevo contrato. Es probable que algún equipo decida apostar por él, ya que no deja de ser un número 3 del Draft con tan solo 22 años, pero esperar algo más que un contrato que se acerque al mínimo sería ser demasiado optimista. Okafor necesita una oportunidad, tanto como la NBA que muestre su deseo por jugar a esto.