Los Thunder serán el rival de Minnesota en la pelea por el último puesto de playoffs de la Conferencia Oeste. El conjunto de Oklahoma City se ganó el derecho a luchar por dicha plaza tras derrotar a los Pelicans en el Smoothie King Center por 118-123, eliminando a los de Luisiana del play-in y dando una de las sorpresas de estas primeras eliminatorias. Los de Daigneault no parecían haber terminado la liga regular en la mejor forma posible, pero recuperaron su mejor versión para asaltar Nueva Orleans y dejar claro que este proyecto tiene ganas de vivir su primera experiencia real de postemporada.
Eso fue desde luego lo que transmitió su trío principal, encabezado por un Shai Gilgeous-Alexander que lideró el partido en anotación con 32 puntos y fue además autor de la canasta que puso a los suyos por delante a falta de 28 segundos (114-115). No obstante, el canadiense estuvo seguido muy de cerca por un fantástico Josh Giddey, que realizó un despliegue de recursos en la noche más importante del año y rozó el triple-doble al alcanzar los 31 tantos, 10 asistencias y 9 rebotes, y por Luguentz Dort, que además de con su habitual energía defensiva contribuyó con 27 puntos.
Entre los tres sumaron en total 90 de los 123 tantos de los suyos, cimentando un triunfo que cerraron con una pequeña ayuda a sus compañeros. Jalen y Jaylin Williams no estuvieron precisamente finos en labores ofensivas a lo largo de la noche, pero su capacidad para encontrar y convertir un par de tiros liberados en el último cuarto fue vital para los suyos, que necesitaron cada una de sus canastas para terminar de imponerse en un final de lo más parejo.
«Ya nos hemos probado en este tipo de batallas» afirmó Shai. «Hemos jugado un montón de finales igualados este año, en general en los últimos dos años. Incluso cuando la temporada no estaba terminándonos de ir del todo bien, lográbamos llegar al final con el marcador apretado, y eso nos ha permitido construir buenos hábitos y saber cómo sacar adelante estas situaciones».
Los Pelicans, por su parte, estuvieron comandados por los 30 puntos de Brandon Ingram, que estuvo bien acompañado por los 21 y 20 que sumaron respectivamente Trey Murphy y Herb Jones. No tan fino estuvo por el contrario C.J. McCollum, que eligió una mala noche para quedarse en un 5/15 en sus lanzamientos y no pudo pasar de los 14 tantos. El escolta sí asumió algo más de responsabilidad en el cuarto periodo, en el que tanto Murphy como Jones pagaron su juventud y apenas aparecieron ofensivamente, pero se echó algo en falta su determinación y capacidad anotadora a lo largo de la noche.
La temporada concluye por tanto de forma extraña para Nueva Orleans, que se vio hace unos meses peleando por la primera posición de la conferencia pero que, tras la lesión de Zion, no ha podido ni siquiera repetir presencia en playoffs. El equipo permanecerá como uno de los grandes what if del año, y veremos si durante el curso 23-24 pueden responder a los interrogantes que han surgido acerca de hasta dónde habrían llegado sin problemas físicos de por medio.
(Fotografía de portada: Jonathan Bachman/Getty Images)