El sorprendente buen comienzo de la temporada de los Thunder, coqueteando con el liderato del Oeste, ha dado paso a la dura realidad. Russell Westbrook es hoy por hoy el único jugador fiable de un proyecto demasiado dependiente de su estrella. Los Pistons, pese a la baja de sus dos mejores jugadores, Andre Drummond y Reggie Jackson, pasaron por encima de Oklahoma City sin demasiado esfuerzo por 104-88, mostrándose como un bloque más compacto que sus rivales y se quedan como único equipo invicto en casa (5-0) de toda la liga.
Torre por torre
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Un esguince de tobillo dejó a Drummond sin poder jugar, una ausencia que los Thunder, el peor equipo reboteador de la liga, acogió con alivio. Pero, si bien los interiores de Oklahoma City dominaron los tableros, el beneficio fue mínimo. El australiano Aron Baynes, reemplazo de Drummond en el cinco inicial, firmó uno de sus mejores partidos en la NBA con 20 puntos y 8 rebotes, y la entrada a la pintura fue una autopista demasiado fácil para los exteriores de Detroit.
Por el lado contrario, Russell Westbrook fue el de siempre. El base empujó lo que pudo a Oklahoma City para presentar toda la batalla posible en el cierre de un «back-to-back» que había comenzado con derrota en casa ante Orlando. Pero no fue suficiente, pese a otra actuación espectacular en la hoja de estadística: 33 puntos, 15 rebotes y 8 asistencias (a costa, eso sí, de 7 pérdidas). La falta de peligro del resto de sus compañeros, donde Jerami Grant (11 puntos) acabó como segundo máximo anotador, fue un lastre imposible de superar.
Diferencia de secundarios
Kentavious
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Con una ventaja estable por encima de los 10 puntos durante toda la segunda mitad, los Pistons pudieron experimentar con los secundarios del equipo, destacando además de Baynes a Tobias Harris, quien mantuvo su sólido inicio de temporada con 22 puntos, y Kentavious Caldwell-Pope con 17. A la espera de poder recuperar a sus dos mejores jugadores, Detroit se coloca con un balance positivo de 6-5 para mantener su camino a los Playoffs.
Para los Thunder, el pinchazo supone ya su cuarta derrota consecutiva tras ganar seis de los primeros siete partidos de temporada. Una dolorosa regresión para un equipo con un candidato claro al MVP como Russell Westbrook, pero sin ningún otro jugador capaz de mantener con el nivel del equipo. Más allá del próximo partido en casa ante los impredecibles Rockets, Oklahoma City tendrá un calendario algo más sencillo (Nets, Pacers, Lakers, Kings y Nuggets a continuación) para recuperar las buenas sensaciones con las que arrancaron el curso.