Desde el pasado 1 de enero, en California (donde viven casi 40 millones de personas), es legal el comercio y consumo de marihuana para uso recreativo. El estado más poblado de Estados Unidos dio luz verde a convertirse en el potencial mercado más grande del mundo en cuanto a consumo propio de la sustancia que tanta relación guarda con la NBA. Vaya que si lo hace. El último idilio de la liga con los pastos prohibidos llega de la mano de Brad Miller, ex jugador entre los años 1998 y 2012.
Resulta que el pívot ex de Sacramento, Chicago o Indiana se ha entregado al negocio de la marihuana. Como pudo hacerse eco el diario Sacramento Bee, Miller inauguró el pasado viernes una planta de explotación de marihuana propiedad de la empresa CHC California City, de la que él mismo tiene parte de propiedad.
Situada en el californiano condado de Kern (no muy lejos de San Francisco o Sacramento), la compañía en la que participa Miller producirá todo tipo de productos relacionados con la ya legalizada plantación, tales como comestibles o productos de diferente manipulación para el consumo.
Miller no es la única personalidad que se ha apuntado al culto y explotación de la marihuana tras la recientemente actualizada legislación en California, pues parece que el ex boxeador Mike Tyson también habría comprado un terreno de la zona que dedicar a la plantación de marihuana.
Relación anterior con la marihuana
Brad Miller (ahora de 41 años) disputó su último encuentro NBA en 2012 y de eso, siete años después, ha pasado al legalizado negocio de la marihuana. De hecho, en sus años como jugador llegó a dar positivo por sustancias prohibidas en diversas ocasiones y hasta admitió consumir marihuana de manera puntual para lidiar con el estrés competitivo.
De profesional consumidor a hurtadillas, a mesías del producto. Eso con solo un año de edad más que Vince Carter, que todavía puede machacar el aro de manera inclemente.