Los Nets aprovecharon el mal momento de los Thunder para conseguir su primera victoria en el Barclays Center endosando un serio correctivo a su rival.
Brooklyn se impuso por 116-85 a Oklahoma City en un partido que no tuvo mucha historia y que desde el primer momento fue claro para los locales.
Los Nets ganaron los cuatro cuartos del encuentro gracias a una plácida noche en el tiro con un 52,4% en tiros de campo, un 47,8% en triples tras encestar 11 canastas desde el arco y un 89,5% en tiros libres.
Los de Lionel Hollins tuvieron a seis jugadores pasando de la decena de puntos y precisamente fue Brook Lopez su máximo anotador.
El pívot regresó a la competición tras más de 10 meses de ausencia y consiguió 18 puntos, 6 rebotes y 3 tapones en 24 minutos de acción.
«No tengo palabras», declaró Lopez. «Ha sido genial volver. Lo he echado de menos mucho tiempo y hoy nuestro equipo se ha ocupado de todo. Nuestros jugadores lo hicieron fácil».
Pesadilla Thunder
Scott Brooks preparó el encuentro con el ligero alivio de volver a contar con Reggie Jackson, ausente en los primeros encuentros de la temporada debido a un esguince, pero la mala racha en forma de lesiones está lejos de terminar.
Antes de concluir el primer cuarto, Andre Roberson se torció el pie izquierdo y tuvo que abandonar el encuentro de forma definitiva. El escolta se fue del pabellón en muletas y está descartado para el partido del martes en Toronto.
Con esta ausencia los Thunder vuelven a quedarse en apenas ocho jugadores disponibles y a Kevin Durant y Russell Westbrook no se les espera hasta diciembre.
«Así es como están viniendo las cosas ahora mismo», comentó Brooks. «Pero no vamos a sacar la bandera blanca. Vamos a seguir luchando».