Paolo Banchero todavía se pregunta cómo sería su vida de no haber existido el COVID. Nunca lo sabrá, aunque sí tiene una sola certeza: la selección de Estados Unidos no lo hubiese llamado para disputar el Mundial 2023 en Filipinas, Japón e Indonesia desde el 25 de agosto.
Con 17 años de edad, la selección italiana lo convocó para los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 al tener conocimiento de las raíces de su padre. Después de varios intentos fallidos de quedar en equipos juveniles del Team USA, Banchero aceptó la invitación, pero la pandemia cambió los planes. No pudo debutar con la Azzurra y quedó elegible para su país de origen.
«Fue un momento de mi vida en el que sentí que no podía dejar pasar esa oportunidad, porque parte de la familia de mi papá es italiana. No sabía mucho sobre mi herencia, así que era la manera perfecta de conocer y acercarme más. Pero el COVID me quitó la oportunidad de jugar, después fui a la universidad de Duke y tuve un gran año hasta que me seleccionaron en el primer puesto del Draft y, ya sabes, las circunstancias cambian», relató el ala-pívot de los Orlando Magic al periodista Tim Reynolds.
Banchero generó un fuerte rechazo en Italia después de hacer pública su decisión de representar a Estados Unidos, a pesar de tener pasaporte de ese país. El presidente de la Federación, Gianni Petrucci, aseguró que se sintieron «engañados» por el jugador.
De acuerdo al Novato del Año de la 2022-2023 fueron varios los factores que se conjugaron para el cambio de parecer. Primero su madre, Rhonda Smith-Banchero, fue jugadora de la selección estadounidense en los años noventa y recuerda que durante su infancia veía en casa una fotografía de ella uniformada con las barras y las estrellas. «Todos los días veía esa foto. Jugar para Estados Unidos era uno de mis sueños más grandes desde chico», confesó.
Su head coach universitario, Mike Krzyzewski también jugó un papel determinante. El estratega le dijo que pensara bien si quería jugar con Italia y le comentó que Kyrie Irving pasó por algo similar ya que tenía la posibilidad de jugar con Australia. Al final, el base conquistó el oro olímpico junto con el Coach K en Río 2016. «Todos esos factores estaba en mi mente cuando me senté a pensar sobre esto», reconoció el oriundo de Seattle.
(Fotografía de Chris Coduto/Getty Images)