27 puntos de diferencia, 8 técnicas y 3 expulsiones. El tercer duelo entre Wizards y Celtics ofreció más pelea que emoción, con Washington rompiendo el partido en el primer cuarto para dejarlo casi visto para sentencia. El 116-89 final reducía la ventaja de Boston en la serie, ahora de 2-1, y evidenciaba la tensión entre ambos equipos, presagiando una eliminatoria cada vez más áspera que aún tendrá al menos dos asaltos más.
22-0 y adiós
The @WashWizards explode for a 22-0 run in the 1Q.
They lead @celtics 39-17 on ESPN. Bojan/Porter: 9 points each. pic.twitter.com/N5KeYqJB9r
— NBA (@NBA) May 5, 2017
Un parcial de 7-2 para abrir el partido, todos de Bradley Beal, daban el primer golpe de efecto para Washington. Pese a devolver a Gerald Green al cinco inicial, los Celtics volvían a tener problemas de inicio frente al rápido ataque de los Wizards, particularmente gracias a su juego exterior. Su actividad en defensa interrumpía constantemente el ataque verde, lastrado por un Isaiah Thomas al que le costó desatar su talento. Un devastador parcial de 22-0 de Washington, con Brad Stevens moviendo sin éxito el banquillo de Boston, empezaba a decantar el duelo.
Bojan Bogdanovic (19 puntos) y, especialmente un letal Otto Porter (19 puntos, con sus 7 primeros tiros sin fallo), castigaban la defensa de los Celtics, ya sobrepasada más allá de los habituales John Wall y Bradley Beal. Eso sí, la tensión entre ambos equipos, pese a la amplia ventaja de Washington, volvía a aflorar. Una dura pantalla de Kelly Olynyk sobre Kelly Oubre acabó en el alero de los Wizards empujando al jugador canadiense, mientras un árbitro se interponía entre ambos. Una acción que le costó la expulsión a Oubre y posiblemente algún partido de suspensión.
Wall ganó la batalla de bases
Pese a ello, Washington no aflojaba. Otto Porter aprovechaba su emparejamiento con Isaiah Thomas (mal menor de Boston cuando John Wall y Bradley Beal están en cancha) para mantener su gran acierto ofensivo. Los Celtics seguían sin poder reducir diferencias. Al descanso, los 23 puntos de ventaja de Washington hacían presagiar una segunda mitad plácida.
Isaiah Thomas (13 puntos) salió unos segundos más tarde tras el descanso tras recibir tratamiento dental en el descanso. Comprensiblemente fuera de ritmo, su actuación estuvo lejos de la obra maestra firmada dos días antes en Boston. En el lado rival, John Wall (24 puntos y 8 asistencias) tomaba el mando, evitando cualquier sorpresa en un partido trabado, cargado de faltas, en el que los Celtics nunca pudieron enlazar una buena racha para soñar con la remontada.
Más encontronazos
En el último cuarto no hubo más historia, más allá de un absurdo rifirrafe entre los reservas Brandon Jennings y Terry Rozier que acabaría con ambos en el vestuario. Incluso los entrenadores, Brad Stevens y Scott Brooks, acabaron llevándose una técnica cada uno. El resto no fue más que una oportunidad para jugadores menos habituales. Los novatos Jaylen Brown y Sheldon Mac fueron quienes mejor aprovecharían los minutos basura, pero sin consecuencias en el marcador.
La eliminatoria seguirá en Washington para un cuarto partido en el que el equipo local aspirará a igualar la eliminatoria. Los problemas a ambos lados de la cancha de Boston, sin un Isaiah Thomas sobrehumano que lo compensara, fueron más evidentes que nunca. Sea como sea, quedó claro que la serie sigue todavía muy viva entre dos equipos sin ningún amor por su rival.