Paul George comanda la remontada de los Clippers ante Cleveland

A falta de Kawhi Leonard, buena es la versión asesina de Paul George. El alero se echó a la espalda a unos Clippers que parecían hundidos a mitad de partido y que sin embargo acabaron sumando una de las victorias más ilusionantes de la temporada, pues su espectacular cierre permitió a los angelinos culminar una remontada de 26 puntos ante los Cavs.

Nada invitaba a pensar que un encuentro que marchaba 68-94 a mitad del tercer cuarto pudiera acabar como acabó este, pues, a pesar de la ausencia de Donovan Mitchell, todo estaba saliendo rodado para Cleveland. Los triples eran bandejas para Max Strus, Caris LeVert parecía anotar cada tiro que lanzaba y Darius Garland controlaba el partido a la perfección. Enfrente, por el contrario, Paul George sufría para asumir el rol vacante de líder y nada parecía funcionar. Pero entonces la cosa empezó a cambiar.

Fue una remontada que comenzó en defensa, pues tras el mencionado 68-94 Claveland no anotó un sola canasta en juego en los más de 6 minutos que quedaban del tercer parcial. Cuatro míseros tiros libres fueron toda la anotación visitante en ese tramo, algo que los Clippers aprovecharon para, sin necesidad de un baloncesto arrollador, ir reduciendo la diferencia de la mano de Ivica Zubac, que se hizo grande en la pintura y sumó varias canastas consecutivas, y un par de buenas acciones de Russell Westbrook y Norman Powell. De repente, la diferencia se había reducido a los 12 tantos. Se había creado el escenario perfecto para que Paul George emergiera como héroe. Aunque él no lo supiera aún.

23 de los 39 puntos del alero a lo largo de la noche llegaron en el último cuarto, en el que todo valía para él. Triples, penetraciones al aro, tiros de media distancia… y por supuesto, la canasta ganadora. Con apenas unos segundo para el final, George no perdió la oportunidad de poner el broche de oro a su noche e hizo bailar a Evan Mobley en defensa hasta que, con una excelente parada en seco, le hizo caer el suelo y se ganó espacio para lanzar desde 4 metros. Y ahí, como no podía ser de otra manera tras una noche de épica, no perdonó.

Y sin embargo, eso no era todo lo que tenía que ofrecer. Tras su última acción, los Cavs contaban aún con 7,1 segundos para cambiar el resultado, tiempo de sobra para que Darius Garland tomase el esférico y atacase el aro buscando la acción del empate, pero lo que encontró allí fue la mano de George taponando su intento de bandeja y enviando el balón a saque de fondo. Esta acción, ya con menos de dos segundos en el crono, sí que no fue productiva para los visitantes, obligados a buscar un triple milagroso de Max Strus que no estuvo ni siquiera cerca de entrar y que no pudo aguar la fiesta local.

(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)


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