Tal como recoge The Associated Press, Paul George, escolta de los Pacers, afirmó este viernes creerse al cien por cien de sus posibilidades físicas en el entrenamiento que llevó a cabo su equipo y en el que él no pudo tomar parte por orden expresa del reglamento NBA.
El jugador de Indiana aún no ha recibido el visto bueno de la liga, obligatorio en episodios de conmoción cerebral, para regresar a cualquier tipo de actividad física, no solo los partidos, y por eso se encuentra a la espera del examen médico que le realizará la propia liga.
Todavía se desconoce si George estará hábil para disputar el Game 3 de las Finales de Conferencia, que tendrá lugar este sábado en Miami.