Una de las decisiones más sorprendentes de la agencia libre fue que Paul George optase por continuar en Oklahoma City Thunder sin dar oportunidad alguna a los Lakers. Como él mismo ha admitido en varias ocasiones, una vez decidido que quería dejar Indiana su intención –guiado por el plano sentimental–, era jugar con la franquicia angelina. Sin embargo, esa perspectiva cambió en doce meses, justo el tiempo que pasó con los Thunder. Allí, lejos de sentirse decepcionado por no pasar de la primera ronda de playoffs, creó un vínculo tan fuerte como para comunicar su decisión el 1 de julio. Ahora, casi un mes después, explica por qué ni siquiera se reunió con los californianos.
«La razón por la que no me reuní es que llegó la agencia libre y antes de que abriese (1 de julio) me sentía realmente bien en el lugar en el que estaba. Sentía que estaba en un buen sitio como es Oklahoma. Respecto a querer volver a Los Ángeles, eso siempre fue cierto», admite a USA Today antes de profundizar en los motivos de su determinación.
«Este año, jugando con Oklahoma, me sentí muy bien con la situación actual así como de cara al futuro. No quería perder el tiempo y tener una reunión. Estaba bien en un sitio y decidí cerrarlo rápido para terminar con el tema y empezar a construir. Me traspasaron a finales de verano, por lo que no tuve la oportunidad de empezar de cero. Por eso quise dejarlo todo atado pronto y poder empezar a preparar la nueva temporada rápidamente».
Westbrook, relación desde cero
Quizás uno de los aspectos más sorprendentes del rumbo que ha tomado George es la nula relación que tenía antes con la estrella del equipo, Russell Westbrook. Lejos de haber creado un cierto compañerismo o amistad en años anteriores, ambos jugadores apenas se habían hablado pese a coincidir en diversos All-Stars. El alero de los Thunder lo explica así: «No nos conocíamos antes de la temporada pasada. Cuando jugábamos todo lo que había entre nosotros era ‘hola y adiós’, nada de saber nada más de nuestras vidas. Nos conocimos cuando llegué aquí», concluye.