Poco a poco, una generación ‘in-plagiable’ va pasando a mejor vida (literalmente) en la NBA. Hace unos días, los que pertenecemos a la legislatura eterna de Kobe Bryant lloramos a escondidas su evacuación profesional. Aunque Kevin Garnett o Dirk Nowtizki quieran seguir su momento after, otra leyenda NBA podría decir adiós al término de la presente campaña.
Se trata de Paul Pierce, ahora jugador de los Clippers pero para siempre endiosado en las retinas de color verde. El veterano alero (38 años) bien podría escoger el camino del descanso al tiempo que lo haga el de su equipo en los presentes Playoffs.
Al respecto se manifestó Pierce recientemente, guiñando ojo y medio pero sin hacerlo a los que especulan con su canonización eterna ya al término de este curso.
«En los últimos años (la retirada) ha sido una decisión de los finales de temporada. Tomaré esa misma decisión este curso también», alegó Pierce en declaraciones a The Vertical.
La misma información de The Vertical destacaba que en los Clippers no se llevarían las manos al pulso si Pierce decide no jugar ya la temporada que viene.
Playoffs
Precisamente en las reuniones a las que le gusta asistir, los Playoffs en una serie que puede reservar partidos apretados, Pierce no está contando demasiado.
«Esperaba jugar más», dijo al respecto el alero, que en el primer partido ante los Trail Blazers vio 11 minutos de acción y en el último se quedó encallado en el banco sin jugar.
Probablemente, la actual postemporada pueda guardar un momento clutch para Pierce. Nació y sigue valiendo para ello. «Nos va a ayudar, estoy seguro de eso. Todavía queda mucho dentro de él», ha dicho su entrenador, Doc Rivers.
A la espera de una última danza de la victoria cuando el reloj agoniza, con marcador ajustado y conversión ganadora de Pierce, la sombra del retiro planea como nunca sobre el ahora jugador de los Clippers. Pero, antes, di la verdad (The Truth) una vez más, por favor.