Tras un año muy movido y de muchas incorporaciones en Phoenix, los de Arizona optaron a mediados de julio por vaciar su plantilla y su espacio salarial enviando a Cameron Payne a San Antonio a cambio de una segunda ronda del draft. Pese a que han transcurrido ya unas semanas, el base sigue descontento por este cambio de aires, y así lo ha hecho saber de manera bastante transparente en un directo de Instagram.
«Ojalá siguiera en Phoenix, pero las cosas son como son» aseguró de forma directa. «Están tratando de ganar un campeonato, y lo respeto, pero creo que podrían haber ganado un anillo conmigo».
Es comprensible por varias razones que este traspaso no haya sentado bien a Payne. Por un lado, los Suns fueron el equipo en el que logró estabilizarse tras un inicio de carrera complicado lleno de contratos muy cortos, de modo que no debe ser fácil para él abandonar la que ha sido algo así como su casa en la NBA aunque solo haya estado cuatro temporadas allí. Y, por supuesto, el proyecto deportivo con el que cuentan es, a corto plazo, más prometedor que el de San Antonio.
Al fin y al cabo, Cam viene de luchar por el anillo y de ser incluso un pieza importante en dicho objetivo, pues en los últimos tres cursos se ha convertido en un base suplente de muchas garantías, y tendrá ahora que cambiar el chip para pasar a formar parte de un proyecto en plena reconstrucción. Como uno de los pocos presentes en las Finales de 2021 que continuaban en la plantilla, Payne tenía seguramente una espina clavada y muchas ganas de quitársela, unas ganas con las que tendrá que aprender a vivir un tiempo.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)