Principio del fin de la era Melo en New York. En la entrevista por el final de temporada de los Knicks, Phil Jackson ha reconocido que Carmelo Anthony «estaría mejor en otro sitio».
«No hemos sido capaces de ganar con él en la pista hasta ahora y creo que la dirección de nuestro equipo implica que él es un jugador que estaría mejor en otro sitio usando su talento en algún otro lugar donde pueda ganar o perseguir un campeonato», ha comentado Jackson.
Aunque las palabras del ‘Maestro Zen’ implican que Anthony no entra en los planes de futuro de la franquicia de la Gran Manzana, y habrá que esperar a saber si el alero está dispuesto a no hacer uso de su cláusula de no traspaso, uno de los pocos jugadores que la poseen en la NBA. Los primeros rumores apuntan a que Anthony estaría dispuesto a cambiar de aires, pero por el momento todo está en el aire.
Melo y Jackson, incompatibles
Fuentes de ESPN indican que el alero estaría planteándose más seriamente que nunca no ejercer su derecho a veto, analizando la situación actual. De hecho, personas pertenecientes al organigrama de los Knicks afirman con rotundidad que Melo sólo seguiría en New York bajo una premisa: unos Knicks sin Phil Jackson.
Demostrada abiertamente su enemistad o, al menos, su absoluta incapacidad de entenderse a nivel deportivo, el jugador contemplaría permanecer en el equipo que ha significado ocho años de su vida, siempre que James Dolan, propietario de la franquicia, despidiera a su actual presidente. Un Phil al que todavía le quedan dos años más de contrato.
La economía de los Knicks
Ha declarado en multitud de ocasiones que es la franquicia de su vida y el equipo de su corazón. A nadie le dolerá más abandonar el Madison que al propio Carmelo, quien lo ha intentado prácticamente todo por ganar allí, renunciado probablemente a vías más seguras y exitosas de competir por el anillo.
Uno de los problemas recurrentes, es lo muy atados de pies y manos que habitúan a estar en los Knicks a nivel económico. En salarios la cosa este curso ha estado apretada, pero el acuerdo televisivo tenía deparada otra subida para el ejercicio que viene: 102 millones de límite salarial de los cuáles los Knicks sólo tienen garantizados 79,4 en salarios. Dispondrían de un máximo de 22,5 millones para fichajes.
Y es que cuando decíamos que lo había intentado prácticamente todo, era justo —más allá de su implicación defensiva— por su contrato económico. Éste no hace sino reflejar su condición de estrella, que lo es, pero que no ayuda precisamente a rodearse tan bien como le gustaría. Melo ha cobrado 24 millones de dólares este curso, cobrará 26 el que viene, y seguiría subiendo hasta la 2019/20, que sería agente libre.
Por otra parte, los 21 que se ha embolsado Derrick Rose desaparecen de un plumazo; su contrato con los Bulls tocaba a su fin, y si en las oficinas de los Knicks se plantearan, remotamente, mantener al point guard, sería por una cantidad claramente inferior. El otro que ya se está catalogando como uno de los fichajes más tóxicos y catastróficos de los últimos años es el de Joakim Noah y sus 18 millones anuales de media.
Decisiones
Así la historia, es momento de reflexión en el Madison y de optar por uno u otro camino. Ver cuáles son las opciones reales, y no las utópicamente ideales, de diseñar un equipo realmente competitivo. Y si es con su As debe ser en el corto plazo y a ser posible ya. Pues en mayo Melo cumple 33, y LeBron James no querrá esperar mucho más tiempo para ver su sueño de jugar juntos hecho realidad.