Philadelphia devuelve el golpe a los Nets y empata la serie

La mejor manera de ajustar las cosas es hacerlo de manera rápida. Muchos consideraron que con el 0-1 de los Nets, Philaldephia estaba al borde del abismo, pero esto son playoffs y al mejor de siete duelos cada partido es un universo entero. Anoche, tras la debacle del sábado, los 76ers reaccionaron con entereza, endosaron un buen marcador a los Nets (145-123) y empataron una primera ronda del Este que ahora viaja a Brooklyn para continuar con las operaciones.

Embiid, Simmons y un estratosférico tercer cuarto

Resistieron los Nets los primeros dos cuartos, hasta el punto de que los nervios de la afición del Wells Fargo Center ante la posibilidad de una nueva derrota estaba justificados. Con 65-64 al descanso, Philaldephia volvió de su visita a los vestuarios de una forma atronadora, espoleada la escuadra por el discruso de su entrenador, Brett Brown, quien enfadado en en el descanso arengó a los suyos. Surtió efecto. Un parcial de 14-0 sirvió para empezar a edificar un cuarto monstruoso, donde los locales firmaron 51 puntos, por 23 de Brooklyn, y donde sentenciaron el duelo. Esos 51 tantos igualan la mayor anotación de siempre en un cuarto en unos playoffs, marca que fijaron los Lakers en 1962.

La velada estaba resuelta a favor de los de Brett Brown. Serie empatada. Joel Embiid, 23 puntos y 10 rebotes, y Ben Simmons, triple-doble de 18 tantos, 10 capturas y 12 asistencias, guiaron a los Sixers hacia la victoria.

Lo de Simmons merece una pausa para calibrar su actuación. Se trata de su segundo triple-doble en unos playoffs, tras el conseguido el 21 de abril de 2018 ante Miami. Según el departamento de estadística de la NBA, el base es solamente el quinto jugador en la historia de la competición que suma más de un triple-doble en sus primeros 12 partidos de post temporada. Antes, Clyde Drexler, LeBron James, Magic Johnson  y Oscar Robertson.

Iverson y Mutombo, espectadores de lujo

Simmons, abucheado por su público en el choque del sábado, que fue una mala jornada para el director de juego, tuvo un par de espectadores de lujo, como fueron Allen Iverson y Dikembe Mutombo, presentes en el Wells Fargo Center. Y usó un gesto del primero, la mítica mano a la oreja para escuchar a los fans, para reivindicar su gran partido.

No nos podemos olvidar tampoco de Boban Marjanovic, que ha llegado a un punto en su juego de regularidad excelente, y al que le da igual titularidad o suplencia, que él saca adelante buenas actuaciones. Anoche, 16 tantos y 8 rechaces en 18 minutos. Sigue siendo el balcánico uno de las piezas ofensivas más eficientes de la NBA. A su lado, en el quinteto titular, su amigo Tobias Harris, 19 puntos, y J.J. Redick, 17 unidades, dejaron en anécdota el discreto partido de Jimmy Butler, quien tras los 36 puntos del primer partido, se quedó en unos exiguos 7 tantos.

En los Nets, Spencer Dinwiddie, 19 puntos desde la banca, y D’Angello Russell, único titular en llegar a los dobles dígitos en anotación (16 tantos), los mejores de un cuadro que no contó con los servicios de Jared Dudley, cuyo trabajo a menudo poco vistoso fue esencial en el Game 1.

(Fotografía de portada: Drew Hallowell/Getty Images)


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