Con seguridad y sin dar opción al rival. Así se mostró Philadelphia en el primer partido de su eliminatoria ante Brooklyn Nets para batirles por un cómodo 121-101 y poner el 1-0 a su favor.
En un encuentro carente de emoción en el último cuarto por la superioridad de los 76ers, destacó sin duda el fantástico juego de James Harden, a quien se ve realmente cómodo en este momento de la temporada. Si en la anterior campaña hubo días en los que parecía vacilar, anoche fue ese jugador total que crea para los demás a la vez que golpea por su cuenta con su característico step-back. 23 puntos (con un 7 de 13 en triples) y 13 asistencias, así lo atestiguan.
«Tiene confianza en cómo jugamos ahora. El año pasado, incluso cuando estaba jugando bien, a veces él mismo pensaba: ‘¿estoy haciendo lo correcto aquí?'», comenta Doc Rivers sobre su pupilo.
Ahora no hay dudas. Su encaje con Joel Embiid, quien anoche aportó 26 puntos, ha alcanzado un nivel que les convierte en una de las mejores parejas de la NBA. Y si a eso le sumas un Tobias Harris de 21 puntos… pues resulta que directamente tienes entre las manos un aspirante al anillo.
Bridges da la respuesta
Desde que Mikal Bridges salió de Phoenix ha demostrado que es mucho más que un defensor de élite que puede anotar. Tras firmar verdaderos partidazos con Brooklyn en temporada regular, anoche fue quien mantuvo vivos a los Nets durante la primera parte al lograr hasta 23 puntos (fueron 30 al final) con un 10 de 16 en tiros de campo. En cualquier caso, no tendría problema si brillase menos, pero ganase el equipo. «Se siente bien convertir algunos tiros, pero prefiero fallarlos y ganar. Así son las cosas», explica.
Del resto del equipo solo destacaron los 18 puntos de Cameron Johnson y los 14 que logró Spencer Dinwiddie. Ya desde el banquillo, Seth Curry alcanzó los 10.
(Fotografía de Mitchell Leff/Getty Images)