La temporada regular de Phoenix Suns es simplemente un escándalo. Cierto es que el curso pasado estuvieron en las Finales y que se esperaba que en el presente lo hicieran bien, pero es que literalmente han arrasado en regular season para ser el mejor equipo con mucha diferencia y poner el broche de oro batiendo el récord de victorias de la franquicia, el cual a falta de tres partidos dejan en 63 (pueden ser 66).
Para sellar tal marca derrotaron a los Lakers en casa, a los que casualmente enviaron de vacaciones el mismo día que alcanzaban tal hito. Chris Paul, Devin Booker, Mikal Bridges, Jae Crowder y DeAndre Ayton, este quinteto que casi todos soltamos de carrerilla es el que ha llevado a los Suns a este nivel; por supuesto sin olvidarnos del enorme trabajo en el banquillo de Monty Williams, ni de lo que aporta una segunda unidad profunda y equilibrada. Con este vídeo recuerda la organización el camino recorrido para conseguirlo.
Hemos dicho ya que han batido el récord, pero no a qué equipo nos referimos. Hay que remontarse al curso 1992-93, con un Charles Barkley recién llegado, para recordar a un conjunto de Arizona así de dominante. En aquella campaña se concluyó con un balance de 62-20 y se llegó a las Finales para terminar cayendo 4-2 ante los Chicago Bulls de Michael Jordan. ¿Podrá el actual equipo cerrar el círculo con el anillo? Veremos.
El MVP, otra historia
En la mencionada campaña 1992-93, los Suns no solo fueron el mejor equipo de la temporada regular, sino que tuvieron en sus filas al MVP con Barkley. El ala-pívot promedió 25,6 puntos, 12,2 rebotes, 5,1 asistencias, 1,6 robos y 1 tapón para lograr tal galardón batiendo a Michael Jordan, Karl Malone, Dominique Wilkins y Hakeen Olajuwon entre otros. Este curso parece imposible que se dé esa combinación.
Aunque Devin Booker esté en 26,6 puntos, 5 rebotes, 4,9 asistencias y 1,2 robos, sus guarismos no suman suficiente junto con el balance del equipo para batir a chicos de la talla de Nikola Jokic, Joel Embiid o Giannis Antetokounmpo, o al menos eso es lo que se extrae de la carrera por el premio, ya que los tres mencionados son señalados por la inmensa mayoría como los favoritos. En todo caso, claro está que Booker está bastante más centrado en ser campeón que en tener un reconocimiento personal.
(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)