No era un partido más. Los Suns, favoritos en la Conferencia Oeste para alcanzar las Finales, llegaban con un 2-2 al quinto encuentro para dotarlo de una tensión inesperada. La presión era para ellos. New Orleans tenía ante sí la posibilidad de acercarse a la hazaña de eliminarles, pero la obligación era para los de Arizona; y es que caer en primera ronda sería un auténtico desastre. Para suerte de sus aficionados, los chicos de Monty Williams no dudaron y mostraron su versión más sólida para colocar el 3-2 a su favor y dar un paso casi definitivo para estar en las semifinales de conferencia.
Tras el cuarto partido de la eliminatoria, en el cual se vio a Phoenix algo atascado en ataque, se demandaba que algunos secundarios diesen un paso al frente en ausencia de Devin Booker. Ese papel, el de ejecutor ante el aro rival, fue interpretado anoche a la perfección por Mikal Bridges, quien se destapó con una actuación de 31 puntos (12 de 17 en tiros de campo) y puso cuatro tapones mientras jugaba hasta 47 minutos… Hace literalmente de todo para los Suns.
«Estoy listo para jugar mañana. Tengo energía. Mis compañeros de equipo me mantienen en marcha. Me pica un poco la rodilla en este momento. Pero estoy listo, me encanta estar ahí afuera con mis compañeros de equipo. Son mis mejores amigos, lo cual hace todo sea más fácil», comenta el alero, cuya fortaleza física está fuera de toda duda.
El gran despliegue de Bridges estuvo acompañado por el doble-doble de 22 puntos y 11 asistencias de Chris Paul, así como por los 19 puntos y 9 rebotes de DeAndre Ayton. Con ellos al mando, los Suns no dieron opción a los de Luisiana. Al concluir el primer cuarto vencían por 12 puntos y desde entonces mostraron una autoridad incontestable para no dejar que su rival se colocase a menos de siete puntos de distancia.
Las pérdidas, sufrimiento de Pelicans
No fue una paliza, pero sí un choque que Phoenix controló sin demasiados problemas. Cuestionado por ello, Willie Green entiende que durante el encuentro cometieron demasiados errores, empezando por lo mal que cuidaron el balón cuando lo tenían en sus manos.
«Simplemente creo que tuvimos algunos errores oportunos para darles ventaja, comenzando con las pérdidas de balón. Cometimos quince pérdidas de balón que se tradujeron en veintitrés puntos para ellos, eso alimenta a su equipo y las oportunidades que tienen para salir en transición. Esa es un área en la que sabemos que tenemos que ser mejores», explica.
New Orleans erró a la hora de controlar el balón, pero tampoco estuvo bien cuando lograba convertir sus posesiones en tiros. Para ser exactos se quedaron en un 40% en tiros de campo y 20% en triples. Sus dos máximos anotadores, como suele ser habitual, fueron Brandon Ingram con 22 puntos y C.J. McCollum con 21.
(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)