Los Suns no piensan pisar el freno en la carrera por ser el primer clasificado de la Conferencia Oeste. Los de Arizona visitaron anoche a los Pelicans y mostraron su poderío para vencer con solvencia y colocarse con un balance de 29-8, el cual les mantiene a solo medio partido de Golden State Warriors.
Liderados por un excelente Devin Booker, quien logró 33 puntos y 9 rebotes, los chicos de Monty Williams (volvía al banquillo tras salir de los protocolos de salud y seguridad contra el coronavirus) marcaron el ritmo desde los primeros compases del encuentro para acabar el primer cuarto 11 puntos arriba. Desde ese momento jugaron con tal ventaja y solo mediado el último periodo pasaron algún apuro cuando New Orleans se puso a solo dos puntos (101-103). No cundió el pánico y con un parcial de 14-2 sentenciaron el choque.
Booker estuvo genial anotando, pero para Monty Williams la clave de la victoria estuvo en Chris Paul. El veterano base dirigió al equipo como solo él sabe y repartió hasta 15 asistencias (cinco de ellas en los últimos seis minutos de encuentro.
«Estuvo encontrando a los muchachos toda la noche. Tenía esa mirada característica en sus ojos cuando yo señalaba algunas jugadas. Tenía un ritmo realmente bueno y los muchachos estaban anotando los tiros. Chris estuvo encontrando los lugares donde estaban sus compañeros toda la noche», sentencia.
Sin preocupación por Ingram
Tras tres partidos sin jugar, Brandon Ingram parece algo frío. En su retorno a las pistas se quedó en un 3 de 18 en tiros ante Utah y anoche firmó 16 puntos con un 5 de 18, desacierto al que sumó cinco pérdidas de balón. Cuestionado por tal situación, Willie Green entiende que simplemente está cogiendo el ritmo.«Todavía está quitando un poco de óxido de su cuerpo. Brandon estará bien», expresa el head coach de la organización de Luisiana.
Siguiendo con las actuaciones individuales, Jonas Valanciunas logró un doble-doble de 25 puntos y 16 rebotes, mientras que Devonte’ Graham fue el máximo anotador con 28 puntos. El guard quedó satisfecho con el trabajo del equipo. «Competimos hasta el final, pero Phoenix es el tipo de equipo que sabe cómo terminar los partidos. No fuimos capaces de pararlos», explica.
(Fotografía de Jacob Kupferman/Getty Images)