Phoenix pone el 2-0 en un final de auténtica locura

Qué partido se ha vivido en Phoenix. Tensión, emoción, fallos inesperados, polémica… No ha faltado un solo ingrediente en el segundo encuentro de una serie que ha servido para que los Suns pongan el 2-0, con DeAndre Ayton como héroe, y empiecen a vislumbrar sus primeras Finales desde 1995.

Al igual que ocurrió en el Game 1, la igualdad en el marcador ha sido la nota predominante. Ningún equipo ha alcanzado una renta de 10 puntos en toda la noche, y aunque Phoenix ha estado por delante casi en todo momento, eso no ha evitado que los Clippers resistiesen hasta tener el partido prácticamente en su mano… Bueno, más exactamente en la derecha de Paul George, quien en segundos ha pasado de ser el ídolo de muchos a foco de todas las críticas –puede que no sin razón–.

El alero del equipo angelino no estaba teniendo su mejor noche. Ya cerca de concluir el último cuarto iba por 0 de 7 en triples. Tampoco le iba mucho mejor a Devin Booker, quien estaba sufriendo con la defensa de Patrick Beverley. Nada de eso evitó que el primero fuese capaz de poner por delante a los Clippers cuando sólo restaban 31 segundos para el final. Tras un tapón de Ivica Zubac, George contraatacaba y establecía el 100-101. La respuesta llegó por parte de Booker, quien con una suspensión marca de la casa ponía el 102-101. Y con idéntica estética era de nuevo George el que adelantaba a los suyos.

Estábamos ante un final de partido de infarto, y más cuando una defensa de Beverley recuperaba el balón para los californianos a nueve segundos de la conclusión. Todo estaba de cara para los Clippers. Un punto arriba, nueve segundos y posesión. Y sí, para llegar a ese punto Paul George había hecho los últimos seis puntos de los suyos. Todo parecía dispuesto para que fuese su gran noche, la de la reivindicación tras ser tildado de jugador que se encoge en los grandes momentos. Pero el destino tenía otro plan. Los angelinos sacaban de banda y, como era normal, el balón iba a manos de George. Phoenix hizo falta rápidamente. Se suponía que no era un problema, ya que PG es un especialista en tal faceta. Pues falló. No uno, sino los dos. Su cara lo decía todo. En segundos volvió a ser ese jugador cuya fiabilidad se hunde ante el todo o nada.

Vuela Ayton

Pese a los fallos de George pudieron ganar los Clippers. Phoenix necesitaba anotar para conseguir el triunfo y tenía tiempo de sobra. La decisión de Tyronn Lue fue la correcta. En cuanto sacaron de banda los Suns el dos contra uno estaba montado para Booker. Como se suele decir: ‘si me tienen que ganar que sea otro el que se la juegue’. El plan salió bien, Mikal Bridges fallaba desde la esquina y tras revisión –hubo casi en cada jugada de los últimos minutos– le restaban nueve décimas a los Suns. Las aprovecharon. La pizarra de Monty Williams funcionó a la perfección y el saque de fondo de Jae Crowder encontró a DeAndre Ayton en pleno vuelo para que este hundiese el balón, y con ello las esperanzas de los Clippers.

Sin duda fue una jugada para que el pívot guarde en su baúl de recuerdos más preciados, pero su partido trascendió con creces tal circunstancia. Durante toda la noche mostró una seguridad y madurez que le convierten en una pieza esencial de los Suns. Suyos fueron 24 puntos y 14 rebotes. En 12 partidos que lleva de playoffs ha firmado hasta ocho dobles-doble.

Sin Paul, pero con Payne

A veces la ausencia de algunos jugadores provoca un destrozo insalvable para los equipos. En otras ocasiones tales bajas sirven para que otros den un paso el frente. Pues bien, Cameron Payne no ha dado uno, sino cienes. Todos sabíamos que tenía cualidades para jugar a esto, pero de igual modo éramos conscientes de que tenía tendencia a sufrir desvanecimientos en su juego durante los partidos. Lo segundo ha desaparecido. En el Game 2, cuando Booker era frenado por momentos (20 puntos con 5 de 16 en tiros), el base dio lo mejor de sí para firmar hasta 29 puntos y 9 asistencias. Pero no hablamos solo de números, sino de que cuando estuvo en pista desestabilizó a la defensa de Clippers con su atrevimiento y velocidad. Con este Payne la ausencia de Chris Paul ya suena menos crítica.

Otro 2-0 para Clippers

Los chicos de Tyronn Lue se quedaron en la orilla cuando casi no quedaba agua de la que salir. Hicieron un partido serio, uno en el que saborearon el triunfo, pero terminaron claudicando. Fue una derrota dolorosa, una que puede tocarles moralmente. Verse 2-0 abajo no es nuevo para ellos. En las dos primeras rondas ante Dallas y Utah se vieron en esa situación y supieron salir. Ese es ahora el reto, aunque hacerlo por tercera vez suena difícil.

A título individual el golpe no ha sido menor. Paul George, quien ha tirado del equipo desde la lesión de Kawhi Leonard, se fue hasta los 26 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, pero esos dos tiros libres errados cuando no se podía pueden pesarle. La sensación es que los californianos lo dieron todo para poner el 1-1. Más allá de que Reggie Jackson lograse 19 puntos o que Zubac aportase un doble-doble de 14 puntos y 11 rebotes, la intensidad y energía eran las de un equipo que necesitaba el triunfo. No lo consiguieron. ¿Podrán levantarse?

(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)


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