Phoenix se llevó el duelo de necesitados frente a Brooklyn. Los de Arizona, inmersos en una crisis que se medía por un solo triunfo en 10 partidos, tomaron algo de aire imponiéndose a un rival al que ahora dejan con su propia crisis al haber caído en sus últimos cuatro compromisos.
Lo cierto es que los Suns fueron bastante mejores. Aunque el marcador final reflejó un ajustado 117-112, la realidad es que los locales dominaron casi de principio a fin con ventajas tan contundentes como los 22 puntos que tenían a su favor al comienzo del último cuarto. Los Nets recortaron distancias, pero solo lograron maquillar el resultado de un encuentro en el que desde casi primera hora estuvieron más fuera que dentro.
Más allá del triunfo, la gran noticia para Phoenix fue ver de vuelta a Cameron Johnson, quien desde el banquillo aportó 19 puntos. Concluido el choque, Monty Williams destacó el impulso de buenas vibraciones que supuso el retorno del alero.
«Simplemente creo que trajo un nivel de sensaciones al pabellón que no habíamos sentido en mucho tiempo. Se levantó del banquillo y podías sentir a los aficionados, a la comunidad, diciendo: ‘Ese es nuestro hombre'», explica el head coach de los Suns.
Aún sin Chris Paul ni Devin Booker, el máximo anotador de Phoenix fue Mikal Birdges con 28 puntos. También tuvo una notable actuación DeAndre Ayton con un doble-doble de 24 puntos y 14 rebotes.
Una reacción tardía
Así es. Los Nets apretaron el acelerador a última hora gracias a un Kyrie Irving que logró 21 de sus 30 puntos en el último cuarto. Sin embargo, tal esfuerzo fue insuficiente para conseguir la victoria. El base All-Star lamenta que no fuesen capaces de encontrar el ritmo hasta los minutos finales. «A veces, el agujero en el que te metes es demasiado grande para darle la vuelta».
Brooklyn, aún cuarto de la Conferencia Este con 27-17, perdió antes de tiempo a Ben Simmons al ser expulsado este por dos faltas técnicas en el tercer cuarto. El base, quien se quedó en siete puntos y seis asistencias, recalca que no cambiará su forma de jugar por los árbitros. «Es complicado. Soy un jugador grande al que le gusta defender a ciertos chicos. Voy a ser físico. No voy a bajar el tono porque los árbitros no quieran ver el aspecto físico de lo que hago», sentencia.
Quien sigue jugando realmente bien es Nicolas Claxton, quien anoche cerró su actuación con un doble-doble de 20 puntos y 11 rebotes al que sumó tres tapones.
(Fotografía de Chris Coduto/Getty Images)