Phoenix resuelve cómodamente en Chicago con 38 puntos de Booker

Si hay algo que han demostrado los Suns esta temporada, es que están un paso por delante del resto. Anoche visitaban a los Bulls, un equipo que ha sido golpeado duramente por las lesiones pero que recuperaba a una de sus estrellas, Zach LaVine. Dio igual, Phoenix entró en el último cuarto con el partido resuelto y solo su propia relajación invitó al rival a maquillar el resultado hasta el 124-127 final.

La diferencia entre ambos equipos fue notable. Al descanso los chicos de Monty Williams ganaban por 18 puntos, durante el tercer cuarto llegaron a estirar tal renta hasta los 27 y terminaron entrando en el periodo definitivo con un colchón de 19. Ganando de 12 puntos a falta de minuto y medio, no volvieron a anotar –tampoco les hacía falta–.

«Simplemente se trata de jugar dentro de nuestro sistema ofensivo. Entiendo que así es como se construye nuestro equipo, y habrá oportunidades para anotar en todo momento. Hace tiempo que conozco el sistema. No hay razón para forzar nada. Tenemos demasiados jugadores talentosos», comenta Devin Booker, quien acabó con 38 puntos y un excelente 14 de 23 en tiros de campo. Por cierto, es la tercera vez en los últimos cuatro partidos que alcanza los 30 tantos.

Booker brilló, pero la realidad es que los de Arizona funcionan como un reloj suizo. Chris Paul logró otro doble-doble con 19 puntos y 11 asistencias, Mikal Bridges se fue hasta los 15 tantos y Javale McGee disfrutó del partido desde el banquillo con 16 puntos, 8 rebotes y 3 tapones (triple incluido).

«Esta es una buena victoria de equipo para nosotros. Este (Chicago) es un equipo que veo mucho en League Pass. Me gusta su equipo. Compiten. Juegan duro», expresa CP3 antes de hablar del trabajo colectivo de los Suns. «Nuestro equipo siempre está tan equilibrado… Tomar la mejor decisión y el mejor tiro disponible, no cualquier tiro», sentencia.

Vuelve LaVine

Zach LaVine regresó a la acción contra Phoenix tras perderse dos partidos por espasmos en la espalda. Estuvo bien con 32 puntos a los que añadió 8 asistencias y 6 rebotes, pero ni combinándose con los 38 tantos de DeMar DeRozan fue suficiente para batir al mejor conjunto de la NBA. Billy Donovan cree que a sus chicos les faltó comenzar la noche poniendo el listón más alto.

«Pienso que a medida que avanzaba el partido, jugábamos cada vez a un nivel más alto. Al empezar el choque fue casi como si nos obligaran a jugar a un nivel más alto. Tenemos que ser capaces de alcanzar ese tono por nosotros mismos», comenta el head coach de Chicago, equipo que permanece en la tercera plaza de la Conferencia Este con 33-21 (mismo récord que Cleveland).

(Fotografía de Stacy Revere/Getty Images)


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