En Arizona no hacen más que recibir golpes. Lo que desde verano era una ilusionante temporada se está terminando por convertir en un quiero y no puedo constante. Pese a seguir en la pelea por ser equipo directo de playoffs, las sensaciones son realmente malas; tanto es así que podemos decir que anoche tocaron fondo al caer 104-102 ante unos San Antonio Spurs que ni siquiera contaban con Victor Wembanyama.
Fue un golpe muy duro para los Suns. Si hacía dos días habían salido victoriosos de la cancha de la organización de Texas, en esta ocasión no pudieron repetir triunfo, algo que ha hecho que la autocrítica se dispare.
«Es una decepción. Pensamos que iba a ser fácil sin Wemby. Simplemente nos patearon el trasero. Salieron agresivos, tal como el entrenador nos dijo que harían, y no respondimos. Bueno, Lo hicimos, pero no resistimos sus golpes», comenta Bradley Beal.
Con un balance de 42-30, a nadie escapa que Phoenix es uno de los conjuntos más irregulares de la NBA. Tienen potencial para ganar a cualquiera a un partido, pero caer en tres de cuatro ocasiones contra San Antonio, peor equipo del Oeste, dice mucho del nivel que atesoran actualmente.
«Es simplemente inaceptable perder ese partido. Creo que dimos las indicaciones correctas a nuestros muchachos y que todos hicimos la preparación adecuada, pero no jugamos con la concentración necesaria, al menos durante la primera mitad», comenta Frank Vogel, head coach de los Suns.
En la pelea por la sexta plaza de la Conferencia Oeste, Phoenix es actualmente octavo a sólo medio partido de Sacramento y Dallas. Lo tienen en la mano, pero no transmiten seguridad alguna.
(Fotografía de Ronald Cortes/Getty Images)