Ni siquiera el hecho de saberse matemáticamente primeros de la temporada regular ha hecho a los Suns levantar el pie del acelerador. El cuadro de Phoenix ha sumado esta madrugada su octava victoria consecutiva al imponerse a los 76ers por 114-104, dejando claro que no quieren romper su gran dinámica ni este tramo final de liga en el que están a las puertas de hacer historia. Con un solo triunfo más, los de Monty Williams igualarán la mejor temporada regular de la historia de la franquicia, y con dos se habrán convertido en los mejores Suns de todos los tiempos.
Devin Booker es uno de los grandes responsables de ello, y en esta ocasión volvió a ser el motor del equipo con otra magnífica actuación. El escolta consiguió terminar el choque con 35 puntos tras anotar el 59,1% de sus lanzamientos, comandando a los suyos durante prácticamente todo el encuentro y respondiendo a los intentos de los 76ers de llevarse el choque. El conjunto de Pensilvania llegó a hacer un amago de romper el partido en el segundo cuarto, en el que se colocó con 15 de ventaja, pero la rápida reacción local impidió que así fuese.
El duelo llegó sin embargo parejo a los instantes finales, momento en que Booker dio el relevo a Chris Paul y fue el base quien se encargó a tomar las riendas del partido. CP3 logró irse hasta los 19 tantos y 14 asistencias, y sus canastas y dirección de juego volvieron a ser la principal arma de unos Suns que, de la mano de su backcourt, han lucido incontestables en el clutch. Philadelphia, con un parcial de 0-10 a falta de 5 minutos, llegó a ponerles contra las cuerdas, pero Phoenix cerró el choque con un 13-4 que devolvió la tranquilidad al FootPrint Center.
«Nuestra motivación viene acumulada desde el año pasado» aseguró Jae Crowder. «Llegar a las Finales para no conseguir el objetivo fue un golpe duro, y ahora queremos volver a esa situación para cambiar la historia. Y para eso, no puedes saltarte ninguna parte del proceso».
Phoenix se impuso así a unos 76ers en los que Joel Embiid, con 37 puntos, volvió a ser el hombre más destacado. El camerunés, que además capturó 15 rebotes, firmó una nueva actuación sensacional, pero el resto de hombres importantes de los suyos no fueron tan de fiar como los de Rivers necesitan para ser plenamente competitivos. Tobias Harris, con 17 tantos en un 8/14 en el tiro, fue su compañero más eficaz, pero Tyrese Maxey y, sobre todo, James Harden, dejaron que desear.
Maxey fue el segundo anotador del equipo con 18 puntos, pero, con un 7/21 en sus lanzamientos, sufrió para ser resolutivo ante la buena defensa de los Suns. La Barba, por su parte, vio más magnificado este problema, ya que se quedó en 14 tantos con un paupérrimo 2/11 en el tiro que le hizo quedarse muy lejos de lo que puede y debe aportar. Con 9 asistencias, el ex de los Nets logró destacar en la distribución, pero si estos 76ers quieren soñar con el anillo no hay duda de que necesitan una mejor versión del escolta ante rivales como Phoenix.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)