Los Phoenix Suns ya estuvieron bastante activos durante la primera ronda del Draft, en la que se hicieron con Khaman Maluach en la 10ª posición y con Mark Williams mediante un traspaso, y no han estado menos ajetreados en la segunda. Los de Arizona se movieron de forma agresiva para escalar puestos durante la ceremonia, lo que les permitió hacerse con algunos de los nombres más codiciados de la misma.
Su primer movimiento fue dar el salto hasta el puesto 36, que estaba en posesión de los Nets, a cambio de dos futuras segundas rondas, pero este no era sino una especie de traspaso puente. Y es que, una vez conseguido este pick, los Suns no tardaron en traspasarlo a Minnesota junto a otras dos futuras segundas rondas a cambio el pick 31. El objetivo estaba claro: ser los primeros en elegir esta madrugada.
¿Para qué? Para hacerse con Rasheer Fleming. El alero fue una de las sorpresas de la primera jornada, en la que muchos esperaban que fuera elegido, y Phoenix no quiso volver a tentar a la suerte y pagó un alto precio (cuatro segundas rondas) por hacerse con él. Parece que en la franquicia confían en que su mezcla de poderío físico y tiro de tres pueda hacer de él un jugador útil y versátil, y no dieron a otros la opción de adelantarse a la hora de hacerse con él.
Sin embargo, esta no fue la única operación que involucró a los Suns, que contaban con los picks 52 y 59 y enviaron ambos a Golden State a cambio del 41, con el que escogieron a Koby Brea. El base llegaba el Draft como uno de los mejores si no el mejor tirador de todos los prospects, y aunque parece que tirar de tres es lo único que realmente puede hacer al máximo nivel, no sería el primer perfil de este estilo en encontrar su sitio en la liga. Desde luego, en Phoenix creen que puede ser el caso.
Así, los Suns firmaron una jornada muy activa en la que consiguieron dar dos grandes saltos en la tabla para hacerse con algunos de los nombres que más sonaban de la segunda ronda. Ahora les toca trabajar para que ambos puedan alcanzar su potencial y que estas futuras rondas dadas a cambio no parezcan un desperdicio dentro de unos años.
(Fotografía de portada: David Banks-Imagn Images)