Paul Pierce llegaba ayer a la que fue su casa durante 15 años para firmar el contrato que le permitiría retirarse como miembro de Boston Celtics; sin embargo, no lo hizo sin recordar a Danny Ainge aquel día que hubo de abandonar el verde que defendió con pasión.
Citado en Waltham (Massachusetts) donde la franquicia tiene unas instalaciones, el eterno ’34’ del Garden apareció con una camiseta de Inglewood –creció como fan de Lakers a orillas del Forum– y con unos pantalones cortos de Brooklyn Nets, informa ESPN.
Nada más entrar, y ante el recibimiento de Danny Ainge, espetó lo siguiente mientras agarraba los colores plata y negro de los Nets: «Hey Danny, ¿Ves esto? ¡Aquí es donde me enviaste!».
Con esa frase Pierce se remontó al verano de 2013, momento en el que, pese a haber señalado en muchas ocasiones que deseaba jugar toda su carrera como verde, fue traspasado a Brooklyn Nets junto a Kevin Garnett y Jason Terry. El proyectó no cuajó y jugó los siguientes cursos en Washington Wizards y Los Angeles Clippers.
Sin rencores
Aunque en su momento no le gustase abandonar Boston, Pierce sabe que es agua pasada y que el haber hecho historia en los Celtics está muy por encima. Así, siguió a Danny Ainge, se enfundó el ’34’ y se retiró de verde con la elegancia que le caracteriza. «Como dije desde el principio, siempre quise retirarme como ‘celtic’. Lo hemos hecho desde el silencio. No hay necesidad de hacer un espectáculo».