Mantengamos la cautela, a pesar de los signos de exclamación, hasta que sea oficial y se asiente el polvo de la remontada.
Pero todo indica que es cuestión de días y el statement es inminente: los Philadelphia 76ers ya están aquí.
La temporada, en cuanto a rachas de victorias, está siendo un carrusel de subidas y bajadas. De muerte (NOLA, Raptors, Kings, Warriors, Suns) y resurrección (Bucks, Nuggets).
Y el equipo que dirige Nick Nurse, que inició la temporada sumido en un coma vegetativo, se apunta al segundo grupo de la mano de Joel Embiid, cuyo regreso, como se esperaba, lo está cambiando todo.
Mejor ‘este Embiid’ que ningún Embiid
Sólo la falta salud y la ineptitud de un técnico para remar contracorriente, mantenía sumidos a los 76ers en la zona baja del Este, pero en cuanto Paul George ha cogido algo de rodaje y Embiid ha alcanzado un nivel equivalente al 65-70% de su versión óptima, el equipo ha empezado a ganar, y se encuentran ya a un sólo triunfo de los Detroit Pistons, que poseen en estos momentos la décima plaza, la última que da acceso al play-in.
La racha de los 76ers es ya de cinco triunfos consecutivos y de diez de los últimos trece.
Anoche se impusieron a los Portland Trail Blazers, que presentaban a DeAndre Ayton (el elegido por Billups por delante de Donovan Clingan y Robert Williams III) como el muro de corchopán a derribar por el camerunés.
Y, como era de preveer, así ha sido.
Ofensivamente no hay quien le pare: menos, Ayton
37 puntos, 9 rebotes y una colección de faltas obtenidas en su brega interior, para trece tiros libres de los que el pívot ha metido doce. Aún se le ve comedido en defensa y falto de salto en el rebote, pero en sus movimientos al poste alto y ejecución desde la media distancia, zona donde castigó una y otra vez, Embiid, aún con la máscara protectora, es pura delicatessen.
El quinteto titular de los 76ers es con el que sueña Nurse para todo el año y, en especial, para los playoffs: Maxey, Oubre Jr, George, Martin, Embiid.
Anoche pudo alinearlo y funcionó como una tricotosa industrial, apabullando en el net rating a los titulares de unos Blazers donde todos acabaron con dobles figuras en anotación pero se vieron ampliamente superados, no sólo en términos de talento, sino también en toma de decisiones.
Prueba de ello, las diez pérdidas de balón de un Deni Avdija cuyas acciones eran tan agresivas y verticales como alocadas y cargadas de riesgo, y los ocho robos de un Kelly Oubre Jr. que nunca falla a la cita en cuanto a intensidad.
¿Candidato a Sexto Hombre del Año?
Un fenomenal Guerschon Yabusele (¡qué bien se le ve en el plano físico!) fue la guinda desde la segunda unidad, con 16 puntos, supliendo bien a un George que tan sólo pudo jugar 23 minutos por verse envuelto en problemas con las faltas.
Por ahora el francés no aparece en ninguna de las quinelas entre los favoritos a ganar el Sexto Hombre del Año, pero porque sin Embiid, el cuerpo técnico ha tenido que recurrir a él como ‘5’ de respaldo (ha salido de titular en diez de treinta partidos).
Si el ex MVP vuelve a jugar de seguido y Yabusele sale regularmente desde el banquillo, la candidatura está ahí. Y Andre Drummond también lo sabe.
Los visitantes terminaron de romper en el tercer cuarto un duelo que se mantuvo igualado hasta el ecuador, mediante un parcial de 13-0.
De ahí en adelante gestionaron la ventaja para terminar venciendo por 125 a 103 y cerrar este 2024 donde el sabor agrio ha ido dejando paso por fin al duce.
(Fotografía de portada de Soobum Im-Imagn Images)