No fue el partido más espectacular de la temporada, pero seguro que a Portland le supo muy bien. Inmersos en un nuevo proyecto sin Damian Lillard, y aún esperando a que Scoot Henderson (número 3 del draft) se adapte a la NBA, los de Oregon lograron anoche su primer triunfo del curso al derrotar a los Toronto Raptors por 91-99.
Como decimos, no fue un encuentro que vaya a pasar a la historia por su brillantez, pero sí uno que supone ver a Henderson estrenar su cuenta de triunfos, así como corroborar que por momentos DeAndre Ayton puede ser dominante. El ex pívot de los Suns concluyó con 23 rebotes (además de 10 puntos) para establecer un nuevo récord en su carrera y marcar la pauta para los suyos en la segunda mitad, en la cual batieron a los canadienses por 41-52. Así lo analiza su entrenador, Chauncey Billups.
«Su presencia se sintió en toda la cancha esta noche. Esas son algunas de las cosas que esperaremos recibir de él», comenta el head coach de la organización de Oregon, también satisfecho por empezar a ganar partidos.
Si bien Malcolm Brogdon fue el máximo anotador de los Blazers al marcharse a los 21 puntos, Billups quiso destacar el paso al frente dado por Henderson, a quien ve cada vez con más confianza sobre el parqué.
«Estoy muy feliz por Scoot. Tanto en el primer como en el segundo tiempo estuvo agresivo, estuvo atacando. Creo que a nivel defensivo también estuvo muy bien», señala sobre su rookie, quien está teniendo un comienzo duro de campaña y anoche finalizó con 11 puntos, 7 asistencias 4 rebotes y 2 robos.
En lo que concierne a Toronto, tampoco hay mucho que analizar. Scottie Barnes fue el mejor de los suyos con un doble-doble de 20 puntos y 12 rebotes, pero fue víctima –al igual que todos los demás– de un horroroso partido desde la línea de tres puntos; y es que los Raptors acertaron solo cuatro de sus 29 intentos para finalizar con un paupérrimo 13,8 por ciento.
(Fotografía de Mark Blinch/Getty Images)