Una bursitis en el codo que acarrea desde hace años está siendo el único punto negro en la formidable temporada que lleva Kristaps Porzingis, hasta el punto que el jugador se plantea sus opciones de ser Mejor Jugador Defensivo del Año o Jugador Más Mejorado. Sin embargo, anoche en la derrota ante los Magic (112-99) le tocó parar. El motivo fue ese codo tocado, además de problemas en el tobillo sufridos durante el duelo previo ante los Hornets.
La combinación de ambas dolencias sentó en el banquillo por primera vez en lo que va de curso a Porzingis. El tema que más preocupa al jugador es el de su codo, que le ha venido dando problemas en el pasado y cuyas reapariciones llevan al letón a pensar en el verano como el momento de solventar esta situación.
Los golpes sobre el codo de Porzingis hacen que este se inflame. “Se hincha y es sensible, no puedo estirar el brazo”, señalaba el báltico tras la cita ante los Magic, en declaraciones recogidas por Marc Berman, del New York Post. “Me molesta un poco. Siempre es así, tengo que bajar la hinchazón y luego volveré a estar bien. Pero creo que una vez que la temporada haya terminado debería hacer algo al respecto. Simplemente no puedo seguir así todos los años”. La opción del vaciado del codo para extraer el líquido u otras vías de cirugía menor están en la mente de Porzingis para este verano
“A veces es inteligente sentarse un partido para no perderse los otros cuatro siguientes. En este punto, tenía que descansar por el tobillo. Espero estar listo para el próximo partido”, comentó el de New York sobre el futuro más cercano, el corto plazo, la liga regular. Los Knicks vuelven a la acción este sábado ante Sacramento.