Cuando los Knicks cerraron el traspaso de OG Anunoby, la incorporación de Precious Aachiuwa en ese mismo acuerdo no pasaba de ser un complemento que probablemente no tendría demasiado recorrido en el equipo; sin embargo, el contexto ha querido que el pívot destaque tanto como para que ahora existan dudas sobre si lo que parecía un alquiler eventual se debe convertir en algo más duradero.
Desde que Julius Randle cayó lesionado, Achiuwa ha sido titular en 18 partidos consecutivos para irse a un promedio de 12,5 puntos, 9,5 rebotes, 1,1 robos y 1,8 tapones. Son unos números que han ayudado enormemente a que el equipo siga a flote pese a las numerosas bajas. Además, el propio pívot está encantado de jugar en la ciudad donde empezó su vida estadounidense tras dejar Nigeria.
«Venir al equipo fue un momento muy especial para mí. Era un niño que creció en la ciudad y que, por supuesto, escuchó sobre los Knicks, vio partidos y esas cosas. Ahora, poder representar a la ciudad en esta plataforma es realmente enorme. Ver cómo la ciudad me aceptó y lo que supone estar aquí es muy nostálgico en cierto modo. Además, hacía mucho que no jugaba tan bien», expresa a Steve Popper de Newsday.
Con todo este contexto, son los Knicks quienes deberán decidir dentro de poco qué hacer con Achiuwa. Por un lado, está el hecho de su buen rendimiento. Por otro, que los Knicks cuenten ya con dos interiores de buen nivel como Mitchell Robinson e Isaiah Hartenstein, quien en meses será agente libre sin restricciones. En cuanto al ex de los Raptors, será agente libre restringido y se estima que su nuevo salario debería rondar los 10 millones de dólares anuales. Los de la Gran Manzana no tienen claro qué hacer con él.
(Fotografía de Sarah Stier/Getty Images)