Ante el inminente comienzo de un nuevo curso en la NBA, hacemos un repaso a los 30 equipos de la competición de cara a la temporada 2015-16. Hoy nos centramos en los Detroit Pistons.
Detroit Pistons
Entrenador: Stan Van Gundy
Plantilla:
– Bases: Brandon Jennings, Reggie Jackson, Steve Blake, Spencer Dinwiddie.
– Escoltas: Kentavious Caldwell-Pope, Jodie Meeks, Adonis Thomas.
– Aleros: Stanley Johnson, Danny Granger, Reggie Bullock, Darrun Hilliard II.
– Pívots: Marcus Morris, Ersan Ilyasova, Anthony Tolliver, Aron Baynes, Cartier Martin, Andre Drummond, Joel Anthony.
Salarios: 77.119.885 $, 14º equipo con mayor carga salarial en la NBA.
Agentes libres 2016
- Sin restricciones: Brandon Jennings, Ersan Ilyasova, Anthony Tolliver, Danny Granger, Steve Blake, Cartier Martin.
- Con restricciones: Kentavious Caldwell-Pope (E), Reggie Bullock (E).
Leyenda: (E) opción equipo; (J) opción jugador, (F) posibilidad finalización anticipada, (C) oferta cualificada.
Análisis: Jennings-Jackson, una dupla para creer
En la mitología griega, la Hidra de Lerna poseía la virtud de regenerar dos cabezas por cada una que perdía o le era amputada. Stan Van Gundy afiló el hacha y no se contuvo. Primero fue Josh Smith; un sacrificio que se antojaba necesario. Un talento sin hueco ni confort en el sistema de los Pistons.
Este año ha rebanado otra cabeza en una apuesta más arriesgada; Greg Monroe estaba en una encrucijada: convertirse en una de las piezas clave de la Motor Town y conformar con Drummond un tándem ganador, o cerrar esa etapa y buscar nuevos pastos en los que correr. Sucedió lo último, y ahora en Detroit se espera que nuevas cabezas ocupen todo ese enorme lugar. Testas ávidas de protagonismo, hambrientas de titularidad. Van Gundy ha hecho limpieza y ofrece el puesto de héroe. ¿Colosos golosos? En presente y en potencia, varios.
Dos cabezas han rodado, faltan cuatro pues. Y sólo en la dirección cubrimos la mitad.
Brandon Jennings aporreaba la puerta de la fama, la cual ya empezaba a astillarse cuando su tendón de Aquiles se le adelantó. Se astilló hasta romperse y Jennings tuvo que interrumpir su eclosión al menos hasta diciembre. La lesión le llegó cuando por fin se había hecho a la nave. Narcisista como pocos, nos demostró que es capaz de mucho ruido y mismas nueces cuando la confianza le abruma, capaz de, con Monta Ellis y poco más, conducir a los Bucks hasta Playoffs. Habrá que ver cuando tarda en recuperar esa chispa que, si viene avivada por la madurez, podemos hablar de un base destinado a estar entre los mejores de la liga.
Mientras tanto, su vacío lo ocupara otra fiera a la que el espectáculo de Oklahoma le quedaba pequeño. Reggie Jackson reclamaba un papel principal, y en los Pistons se lo han dado y bien; «80 millones en 5 años» reza el cartel, y el ex suplente de lujo de Russell Westbrook está deseando demostrar que merece hasta el último centavo.
En las 27 ocasiones que defendió a los Pistons la temporada pasada, sus cifras prometían: 17,6 puntos , 9,2 asistencias y 4,7 rebotes. Está listo para gobernar.
A su vera y por el perímetro se deslizará con regularidad Kentavious Caldwell-Pope, cuya progresión no tiene visos de frenarse. Un jugador versátil de aquellos con los que sueña todo entrenador. Con espacios y ante defensas cerradas, preocupadas de Drummond, debería cobrar protagonismo Jodie Meeks, pendiente de re-afinar su muñeca tras errar más que nunca en su especialidad, el triple, desde su temporada de novato.
Subimos centímetros y a la par en entusiasmo al ver el nombre de Stanley Johnson. El número 8 del Draft lleva ‘rompiéndolo’ desde el primer día. Ya justifica abonos entre los aficionados y congrega hinchas entre sus compañeros de promoción (2º en sus apuestas para el ROY). Como contrapunto Van Gundy tendrá a Danny Granger, piernas veteranas que aun no han dicho su última palabra. Tiene 32 años y arrastra 4 de discontinuidad. Esta vez parece que estará listo desde primera hora, así que no conviene desestimar a un jugador cuya última campaña al cien por cien fue capaz de promediar 18,7 ppp.
En la pintura un rey y varios cortesanos. Andre Drummond debe entrar ya (si es que no lo está) en plena pomada por fijarse como un top 3 en su posición. Asentado en el oligopolio reboteador de la liga e ‘increcendo’ algo más lento en la anotación, su tarea en el debe está que alguien le explique que dar alguna asistencia por partido aún no ha matado a nadie. Sus minutos en la rotación serán decentemente cubiertos por Aron Baynes, aunque dudo que Van Gundy sea capaz de sacarle el rendimiento de su último año en San Antonio (Van Gundy no es Pops). Poco que aportar en las figuras de Joel Anthony y Cartier Martin.
El equipo lo cierran desde el dinamismo del ‘4’ Marcus Morris y Ersan Ilyasova; dos piezas de garantías que hay que reconocer a la sección de reclutamiento de los Pistons. Por último, Anthony Tolliver, tras su rostro transilvánico nos reserva un buen tiro de tres, del que también disfrutan el turco y el «hermano malo» de los Morris, lo que debería explotar más aún las cualidades de Drummond, que se las verá habitualmente en el 1vs1 y dejará claro que no hay puerta de hierro capaz de soportar este ariete.
¿Pueden alcanzar los Playoffs?
Bonita incógnita. Diría que se ha quedado vacío el saco de las excusas. Un buen entrenador, un frontcourt de escándalo aunque quizás algo verde, un All-Star mastodóntico en la pintura y una más que decente rotación.
Y están en el Este. El nivel ha subido, cierto, pero las expectativas de los Pistons también, y si Van Gundy quiere convencernos de que él también tuvo algo de mérito —y no solo Howard, Nelson, Lewis y Turkoglu— en alcanzar aquella Final, va siendo hora de que nos lo recuerde. La octava plaza es un objetivo real, aunque alguien tendrá que ser noveno (y décimo).