Lo esperado se retrasó más de la cuenta. La fecha era verano, Las Vegas Summer League, pero las lesiones nos dejaron sin ver un duelo muy ansiado: De’Aaron Fox y Lonzo Ball, cara a cara. El número 5 del Draft frente al número 2. Anoche, ambos se midieron de tú a tú en el partido que enfrentó a los Kings y a los Lakers, con victoria de los primeros, locales, por 113-102.
Más allá de todas las cosas que se hayan podido decir de ambos jugadores, lo cierto es que entre ellos, novatos ambos, reinó la cordialidad. Tras el encuentro, Ball y Fox se abrazaron en la pista y charlaron. “Ha sido muy divertido jugar contra él”, acertó a decir a ESPN después del encuentro Ball, al que los ruidos de fondo de las andanzas chinas de su hermano y la presencia constante en los medios de su padre no parecieron afectarle anoche. Ball acabó con 11 puntos, 11 asistencias, 7 rebotes y un 50 por ciento en tiros de campo, con 3/5 en triples. Ciertamente, y más vistos los precedentes personales del base de los Lakers, se trata de una hoja de tiro notable.
Fox, 13 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y 1 robo, quizá perdió el duelo estadístico pero se llevó el colectivo. Jugó bastante menos que Ball, 23 minutos frente a 37, en una velada donde parece que lo que ganó, aunque suene a tópico, fue el baloncesto.
“Siempre es divertido (jugar contra Fox). Todo el mundo lo quiere”, abundó Ball sobre un duelo que puede ser tendencia en la NBA en los próximos años y que ayer vivió su primer capítulo. “Es bueno para el baloncesto. Fox ha jugado muy bien esta noche”.
“No hombre”, aseguró a su vez Fox sobre el hecho de que Ball tratara de evitar un partido contra él. “Si estás en la Summer League y te dañas, ¿para qué arriesgar? A veces, en las redes sociales, las pequeñas cosas explotan”.