La NBA ha multado con nada menos que 100.000 dólares a Leslie Alexander, propietario de Houston Rockets, por protestar a los árbitros durante el quinto partido de la serie que enfrentó al equipo tejano con Oklahoma City Thunder. No es ésta una multa más, ya que se trata de una cuantía más que generosa y además es estrafalaria por ir dirigida a un propietario, el mandamás de una franquicia NBA.
Poco antes de terminar el primer cuarto del encuentro que mandó de vacaciones a Russell Westbrook, el citado Alexander se creyó en derecho de reprochar lo que fuera a quienes unen juego y justicia. El propietario se levantó de su asiento como un resorte y fue a protestar al árbitro Bill Kennedy. Con tímidos vítores de quienes vieron la reprimenda, el propietario volvió a su asiento.
When you really want to make your point pic.twitter.com/tISPryd3ZK
— Anthony Slater (@anthonyVslater) 26 de abril de 2017
La NBA ha decidido castigar esta actitud con un multa considerable, para prevenir futuros arrebatos de otros mandatarios. Aunque, seguramente, la suma de dinero arrebatado a Alexander le importe tanto como porcentaje suponen esos 100.000 dólares en su fortuna total.