Los Denver Nuggets están pasando por la temporada con el talante que solo se pueden permitir los campeones. Sumando victorias sin prisa y poniendo el foco en llegar preparados al punto crucial de la temporada. Con un tercio de campaña por jugarse, los de Colorado ni siquiera tienen asegurado el factor cancha. Tres son los partidos que le separan de New Orleans Pelicans, el quinto clasificado del Oeste y su perseguidor más inmediato.
Sin embargo, Mike Malone ha insistido en que «quedar primeros de conferencia no es la prioridad, el objetivo principal es que el quinteto titular llegue completamente sano a playoffs». El curso pasado, los Nuggets aprovecharon el bajo rendimiento de la conferencia para sellar su liderato semanas antes de concluir la temporada. Lo hicieron con una plantilla no mucho más larga que la que manejan actualmente. Denver tiene uno de los rosters más cortos de la liga, aunque este es un factor común a varios aspirantes al anillo.
Afortunadamente para Malone y los suyos, el año pasado les permitió gozar del factor cancha en todas las eliminatorias y llegar con el equipo completamente sano y en el mejor pico de forma de la competición. Los Warriors se vieron afectados por la baja de Wiggins, LeBron James y Anthony Davis llegaron algo tocados a los momentos claves de la postemporada y tuvieron que dosificarse, Jimmy Butler no logró recuperarse completamente de su lesión ante los Knicks y el tobillo de Jayson Tatum dejó a los Celtics sin finales. Pero los Nuggets llegaron al anillo con su núcleo duro intacto y en un estado de forma envidiable. Este año el reto es precisamente ese, aunque para ello esta vez les toque priorizar.
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)