El viernes pasado fue un día duro para los Jazz, derrotados claramente en su primer partido en casa de las semifinales del Oeste. Utah llegaba 1-1 en la serie contra los Rockets después de ganar un partido a domicilio en Texas y en esa jornada que abría el fin de semana las esperanzas en Salt Lake City estaban por todo lo alto. Sin embargo, hubo una cura de realidad, con una dura derrota a la que siguió otra más este domingo. El resultado, 3-1 para Houston, que puede sentenciar el pase a las Finales del Oeste este martes.
Ese viernes, Donovan Mitchell, el novato que no lo parece, firmó un partido malo, dentro de la mala actuación de unos Jazz superados en todo momento por el rival. Aquel día, 10 puntos, 4/16 en tiros y la sensación de que por una vez, el rookie había paladeado la dureza de los playoffs.
Sin embargo, el domingo fue otro cantar. Aunque al final el resultado fuera el mismo y los Jazz estén al borde de la eliminación, el trabajo de Mitchell fue muy diferente. Acabó con 25 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y 2 robos y volvió a liderar a los Jazz, dentro del papel que ha ejercido durante toda su temporada de debut como profesional. Mitchell fue expulsado por faltas personales pero antes tuvo tiempo de empujar a los suyos hacia una parcial de 10-2 que puso los mayores apuros para Houston en toda la noche (85-80).
Las alabanzas de Snyder
Y su entrenador no fue ajeno a esa labor de recuperación tras las malas prestaciones del viernes.
“Después del último partido (el viernes) Donovan tuvo el peso del mundo sobre sus hombros. Sintió que decepcionó al equipo. Esto es parte de su crecimiento. Está sucediendo en los playoffs. No podría estar más satisfecho con la forma en que respondió. Y no fue fácil», apuntó Quin Snyder en la rueda de prensa posterior al Game 4.
El preparador de los Jazz se refirió precisamente al momento en que, dirigido por el novato, Utah se colocó a cinco puntos de los Rockets en el último cuarto. “Estuvimos en el momento, competimos”. Algo que no hicieron el viernes y que va más en la imagen de equipo formado y competitivo que ha dado Utah durante todo 2018. Un 2018 donde remontó desde la medianía del Oeste para entrar en los playoffs y llegar, como mínimo, hasta la segunda ronda. Ahora, con 3-1 en contra y un vuelo a Houston, todo puede terminar el martes.