Randle, nuevo héroe de Minnesota con un triple sobre la bocina ante Phoenix

Julius Randle ya tiene su primera noche imborrable como jugador de los Minnesota Timberwolves. La primera en la que se ha convertido en el héroe ...

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Por Aitor Darias

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Julius Randle ya tiene su primera noche imborrable como jugador de los Minnesota Timberwolves. La primera en la que se ha convertido en el héroe del Target Center como lo fue del Madison Square Garden en más de una ocasión. El ala-pívot firmó su mejor actuación con su nuevo equipo y, lo que es más importante, coronó la noche con el triple sobre la bocina que valió el triunfo ante los Phoenix Suns, a quienes los de Chris Finch derrotaron por 120-117.

La acción tuvo poco de canónica o de pizarra, pero fue igualmente efectiva. Los Timberwolves trataron de hacer llegar el balón a Anthony Edwards, pero la buena defensa visitante impidió que así fuera e hizo que Randle tuviera que salir a unos 10 metros del aro para recibir con solo 2,7 segundos por delante. Esto le obligaba a no pensar dos veces qué hacer, de modo que dio dos botes para acercarse a la línea de triple y trató de separarse de su defensor para lanzar, algo que Josh Okogie le facilitó intentando vender una falta en ataque de las que no se pitan ni en mil veces.

Y así, Randle pudo lanzar con más espacio que tiempo. El balón salió de su mano con apenas una décima en el crono. Pero, sin defensores a la redonda para entorpecer su tiro, eso bastaba.

El triple llevó a Julius a los 35 puntos, su mejor anotación como jugador de Minnesota, a los que añadió 7 asistencias y 4 rebotes. Con un excelente 5/11 en triples (que incluyó dos sobre la bocina, uno al descanso y otro al final) y su capacidad para sumar en la pintura, el ala-pívot sacó todo su arsenal de recursos para doblegar a los Suns, que a pesar de las ausencias llegaron a tener el partido en su mano por obra y gracia de Devin Booker.

La exhibición de Booker

Con Kevin Durant y Bradley Beal de baja, a Booker le tocaba volver a coger las riendas de Phoenix. Y vaya si lo hizo. El escolta demostró desde el primer instante que estaba decidido a hacer de esta su gran noche, y a ratos dio la sensación de estar preparado para tumbar a los locales él solo.

Devin firmó una salida arrolladora que colocó a los de Arizona al frente desde el principio hasta prácticamente el final. Con 27 puntos al descanso, protagonizó una absoluta exhibición de lanzamientos, a la que dio continuidad en una segunda parte en la que si no llegó a más fue porque pararlo se convirtió en el único objetivo de la defensa de Minnesota. ‘Que no anote Booker’ parecía ser la consigna a seguir, y aun así logró terminar la noche con 44 tantos en su haber.

Pero lo cierto es que la falta de ayuda se acabó notando. Llegado el momento, los Timberwolves decidieron que preferían un tiro liberado de cualquier otro jugador que un lanzamiento de Booker por bien defendido que estuviese, y empezaron a activar el dos contra uno al escolta para que soltara el balón. Y aunque hombres como Tyus Jones o Grayson Allen lograron sumar en algunas acciones, la estrategia funcionó, y el ataque de los Suns encontró los suficientes problemas como para, después de haber ido ganando durante toda la noche, dejar escapar el triunfo al final.

(Fotografía de portada: David Berding/Getty Images)

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