Los Indiana Pacers volverán a disputar unas Finales 25 años después. Como en aquella ocasión, tras superar a los New York Knicks en Finales de Conferencia después de seis duros y exigentes partidos.
La consecución de este logro responde a una concatenación de movimientos con dos nombres como eje central. Primero, la llegada de Tyrese Haliburton procedente de Sacramento en el cierre de mercado de febrero de 2022. Dos años después, Chad Buchanan y Kevin Pritchard pusieron el broche con el traspaso de Pascal Siakam a cambio de Bruce Brown, David Nwora y tres picks de primera ronda.
Y si bien el base ha sido el faro del proyecto, Siakam, elegido MVP de las Finales del Este, es considerado la guinda del pastel y catalizador definitivo del techo del equipo.
«Si tienes al jugador adecuado alrededor del cual construir, todo puede suceder mucho más rápido de lo que piensas», explicó el entrenador de los Pacers, Rick Carlisle, al medio The Athletic, en referencia a Haliburton. «Conseguir a Tyrese dejó muy clara cuál debía ser nuestra identidad como equipo. Necesitábamos ser un equipo con un alto ritmo de juego y de tiros. Y teníamos tiradores ya entonces. Ahora, fue el traspaso de Siakam el que llevó las cosas a otro nivel».
Al igual que hiciera en 2011 cuando dirigía el banquillo de los Dallas Mavericks, Carlisle se ha plantado en las Finales con un equipo por el que muy pocos apostaban, no solo al comienzo de la regular season, sino también de los playoffs. A partir de esta próxima semana, los Pacers tienen la posibilidad de culminar su propio We Believe imponiéndose a los Oklahoma City Thunder, quienes parten, a priori, como grandes favoritos para alzarse con el campeonato.
(Fotografía de portada de Trevor Ruszkowski-Imagn Images)