Indiana encara su presente con muchas dudas y alguna certeza, y entre estas últimas se encuentra el convencimiento de haber acertado con sus elecciones en el draft. Tras una mala campaña, los Pacers tenían el número 6 a su disposición, y en tal lugar escogieron a Andrew Nembhard.
El base formado en Gonzaga suena a jugador del estilo que gusta en Indianapolis. Cuenta ya con 22 años, por lo que está bastante más formado que otros chicos. Tal situación hace que el propio Rick Carlisle, técnico de Indiana, espera mucho de su novato en el curso que comienza el próximo mes de octubre.
«La palabra con la que le definiría es ‘sensación’. Es un chico que tiene una gran sensibilidad para entender el juego. Me encanta los bases y he tenido el privilegio de trabajar con algunos de los mejores. Hablamos de gente como Jason Kidd, con quien ganamos un campeonato. También tuvimos a J.J. Barea. Luego estaba Jason Terry, que era un base anotador. Veo algunas de esas cualidades en Andrew. Me encanta su tamaño, me encantan los creadores de juego que pueden controlar el ritmo de los partidos, no solo con su habilidad, sino también con su mente», analiza en declaraciones a Gabby Hajduk de Indianapolis Star.
A la espera de saber cómo responderá en el profesionalismo, Nembhard llega a los Pacers tras promediar 11,8 puntos, 5,8 asistencias y 1,6 robos en su última campaña universitario, logrando además un 45% en tiros de campo y 38% en triples.
(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)