«Me tomé este verano como especial para centrarme en mejorar mi tiro de tres puntos. Esa es la dirección a la que va la NBA». Lo tiene claro Ricky Rubio, base español de Utah Jazz, que asegura haber empleado gran parte del período estival en mejorar uno de sus vicios menos confortables del juego: el tiro de tres puntos.
En declaraciones recogidas por el periodista Andy Larsen, Ricky también aseguró haber pasado nada más que «un par de meses» en Utah desde que llegara al equipo vía traspaso, pero que durante ese tiempo ha podido hablar con Quin Snyder, técnico de los Jazz, «más que con ningún otro» en su carrera. Síntoma de que Ricky es realmente deseado en Utah, su nuevo hogar adoptivo.
Rubio llega para ser clave en unos Jazz huérfanos de Gordon Hayward, la gran estrella el pasado curso. Junto a Rudy Gobert o Rodney Hood, Ricky tendrá que capitalizar el protagonismo del equipo y lanzar el rendimiento de todo el colectivo.
Para ello, el base español asegura haber trabajado su tiro de tres puntos durante el verano. En el Eurobasket 2017 acumuló un 36,1 por ciento (13 de 36 lanzamientos), que si bien no es un promedio intachable, el concurso de Ricky en el torneo si rayó a gran nivel.
La pasada temporada, en su mejor mes como profesional NBA seguramente, marzo, Ricky consiguió llegar hasta un 43,9 por ciento en tiros de tres y casi 18 puntos por partido. La senda a seguir para el internacional español fue trazada el curso pasado. Ahora solo tendrá que recordarla.