Más de cinco años después de su última experiencia como jugador de baloncesto profesional en Japón, Robert Swift intenta volver a las canchas. El que fuera 12º del draft de 2004, elegido por Seattle, participó este domingo en un entrenamiento con varios aspirantes a entrar en la plantilla de los Santa Cruz Warriors de la D-League. A sus 30 años, el pívot trabajó para convencer al afiliado de Golden State de cara a asegurarse una de las plazas que cada franquicia de la liga de desarrollo puede ofrecer a jugadores que destacaron en este tipo de entrenamientos.
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No es en absoluto casualidad que Swift hiciera su regreso de la mano de los Warriors. El entrenador de su equipo de la D-League, Casey Hill, coincidió con el pívot en su paso por los Tokyo Apache de la liga japonesa, en el que era asistente de su padre Bob Hill, quien a su vez fue el entrenador de los Sonics en los primeros años de Swift en la NBA. Además, Bob Myers, hoy exitoso General Manager de los Warriors, representó a Robert Swift durante su etapa previa de agente. Por tanto, la relación entre franquicia y jugador es suficientemente potente como para poder aspirar a una oportunidad como esta.
La carrera de Robert Swift cayó en picado en 2009, su última temporada NBA con Oklahoma City (hizo el traslado desde Seattle como miembro de la plantilla). Sus lesiones de rodilla le dejaron sin espacio en la NBA, pasando por la D-League, otras ligas menores y Japón antes de desaparecer de las canchas. Desde entonces, sus apariciones en los medios fueron dramáticos, con varios problemas legales y de drogas en su historial. En busca de redención y una segunda oportunidad, Robert Swift busca ahora sentirse de nuevo importante en la cancha, aunque sea en la D-League.