A finales del mes de agosto, los Houston Rockets traspasaron a Ryan Anderson a Phoenix junto a De’Anthony Melton. Los Suns, deseosos de añadir algo de tiro exterior a su plantilla, se hicieron con los servicios del ala-pívot, incorporaron además un contrapunto de madurez a un roster plagado de jugadores algo inexpertos pero con gran potencial. Entre estos, destaca el número 1 del pasado Draft, DeAndre Ayton.
El pívot bahameño es uno de los novatos cuya llegada a la NBA ha generado más expectación, y no solo entre aficionados y analistas. El propio Ryan Anderson se ha deshecho en elogios hacia él, y ha reconocido que está deseando ver las posibilidades que genera contar con un jugador así en la pintura.
«Como pívot, lo que más se requiere hoy en día es jugar pick and roll, pero él puede hacer mucho más que eso» afirmó. «El entrenador preparará varias jugadas del estilo, y vamos a generar muchas situaciones de ventaja gracias a su habilidad para continuar hacia canasta. Entonces, una vez que genere atención en la pintura, los tiradores como yo vamos a quedar liberados. Me encanta esta dinámica, va a ser muy divertido» aseguró.
Comparaciones de altura
En sus 10 temporadas en la NBA, Anderson ha compartido vestuario con algunos de los jugadores interiores más dominantes de la época, y no duda en comparar a Ayton con dos de ellos: «Me recuerda a la antigua versión de Anthony Davis y Dwight Howard. Tuvimos mucho éxito gracias a su continuación hacia el aro y a su forma de liberar tiros exteriores a su alrededor, y Ayton ya tiene esto interiorizado».
Anderson, acostumbrado a lanzar muchos triples en los Rockets, tratará de mantener esta dinámica en Phoenix. Si Ayton es capaz de tener el impacto que espera, ambos pueden complementarse perfectamente en la cancha y suponer una doble amenaza difícil de frenar para las defensas rivales.