El lunes los Washington Wizards cortaban a Ryan Rollins. Un movimiento que no tomó especial relevancia, dado su corto historial en la mejor liga del mundo: dos años en los que ha jugado 22 partidos y un total de 128 minutos entre Warriors y Wizards. Hoy la Corte General del distrito de Alexandria (Virginia) redactaba un informe en el que se recogía una acusación por siete robos en el mismo establecimiento entre los pasados meses de septiembre y noviembre.
Rollins presuntamente realizó todos sus hurtos en la misma tienda, un establecimiento de la cadena Target situado en la ciudad de Alexandria, Virginia. El montante total de los robos no alcanza los 1.000 dólares de valor, por lo que ha sido clasificado como delito menor. Rollins tendrá que presentarse a juicio y prestar declaración a inicios de febrero.
Todo ello explicaría la decisión de los Wizards a la hora de prescindir de él. El base llegó a Washington como parte del traspaso de Jordan Poole y Chris Paul con Golden State. Michael Winger, presidente de la organización, ha declarado para The Athletic que «acabamos de ser conscientes de los cargos sobre Ryan. No podemos comentar nada sobre el tema ni sobre las decisiones que tomamos con respecto a nuestra plantilla».
Nadie ha reclamado a Rollins pasadas 48 horas de su recisión de contrato. Por lo que los 1,7 millones de dólares garantizados para la presente temporada y los 600.000 de la próxima se convierten en salario muerto que los Wizards tendrán que amortizar. El martes pasado la franquicia se hizo con los servicios de de Hamidou Diallo a través de un contrato de diez días para rellenar el hueco dejado por Rollins.
(Fotografía de portada de Jacob Kupferman/Getty Images)