Derrick Rose dijo antes de marcharse que Saddiq Bey le había impresionado, que era tan buen lanzando a canasta que siempre tenía un ojo pendiente de dónde estaba para darle el balón… Pues bien, aunque el MVP más joven de la historia ya no está en Detroit, Saddiq Bey sigue a lo suyo y anoche cerró una actuación histórica que no hace sino darle la razón al ahora jugador de New York Knicks.
Saliendo desde el banquillo, el novato de los Pistons fue un auténtico vendaval en el TD Garden con 30 puntos y un 7 de 7 en triples, anotación a la que sumó hasta 12 rebotes. Los de Michigan vencieron a Boston por 102-108, y según datos de ESPN, Bey se convirtió en el primer rookie que anota siete triples en un partido sin fallo.
«Realmente estoy orgulloso de él. Por ahora solo está rascando la superficie. Necesita mantenerse humilde, seguir trabajando, y lo es. De hecho, está haciendo ejercicio ahora mismo», comentaba Dwane Casey, head coach de los Pistons, tras al partido.
Lo cierto es que por un buen arranque de Boston, el partido estuvo siempre más al alcance de los de Michigan; tanto es así que a poco de concluir el tercer cuarto ganaban por hasta 13 puntos. Ya entrados en los 12 minutos definitivos los verdes reaccionaron y se colocaron a solo dos de distancia (93-95) a 2:10 minutos del final. No pudieron culminar la remontada. Josh Jackson (14 puntos) y Bey cerraron el partido desde el perímetro. También estuvo acertado Delon Wright, quien acabaría con 22 puntos.
«Somos tan inconsistentes… Hay una gran diferencia entre ser capaz y ser consistente en esta liga, y todavía no hemos logrado alcanzar ese punto», lamentada Brad Stevens, entrenador jefe de Boston.
Los Celtics cayeron pese a que sus máximas estrellas hicieron un buen partido. Jayson Tatum se marchó hasta los 33 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias, mientras que Jaylen Brown sumó a la causa 27 puntos y 6 rebotes. En esta ocasión el banquillo no acompañó como sí había hecho en otras ocasiones.
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)