El comienzo de temporada de San Antonio Spurs está siendo ciertamente imprevisible; tanto como demuestra el hecho de que hayan sido capaces de ganar a domicilio a Clippers y Lakers tras enlazar cuatro derrotas consecutivas.
La vuelta de LaMarcus Aldridge ha sentado realmente bien a los de Texas. El veterano ala-pívot tuvo una buena actuación ante los Clippers y frente a los de oro y púrpura dio un paso más para completar un excelente partido de 28 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias en 31 minutos. Su gran actuación, así como la del resto de un equipo en el que destacaron los 19 puntos de DeMar DeRozan y los 18 de Dejounte Murray, no solo permitió a los Spurs mantenerse en la pelea por la victoria, sino dominar el encuentro de principio a fin.
Los Lakers, quienes ahora quedan con un balance de 6-3, no estuvieron por delante en el marcador en ningún momento. San Antonio abrió la noche con un parcial de 9-0 y los angelinos solo pudieron darles caza cuando pusieron el empate a 89 a punto de finalizar el tercer cuarto. Hasta ahí llegó la reacción local. Un nuevo parcial de Spurs, en esta ocasión de 19-8, les otorgaba una cómoda renta que ya no perderían hasta el 109-118 final.
Aunque el triunfo voló a Texas, lo cierto es que tanto LeBron James como Anthony Davis firmaron un buen partido. El MVP de las últimas Finales acabó con 27 puntos, 6 rebotes y 12 asistencias. El ala-pívot por su parte aportó 23 puntos, 10 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones. Lo que no funcionó para los actuales campeones fue el tiro exterior más allá de su dúo estelar, ya que si ellos se combinaron para un 5 de 10, el resto del equipo se quedó en un pobre 5 de 20.
Tras este partido los de oro y púrpura deben jugar una noche más en casa, ante Chicago Bulls, antes de iniciar una gira de tres encuentros lejos del Staples Center. En ese viaje por la carretera deberán enfrentarse en dos ocasiones a Houston Rockets antes de rendir visita a los Oklahoma City Thunder.
(Fotografía de Sean M. Haffey/Getty Images)