Tras una temporada 23-24 marcada por el drama, los Memphis Grizzlies han dado inicio al nuevo curso con una sonrisa. El cuadro de Tennessee se ha impuesto por 124-126 en su visita a Salt Lake City, llevándose de forma apretada un duelo que a ratos tuvo muy controlado pero que estuvo cerca de dejar escapar al final.
Y es que los de Taylor Jenkins arrancaron ofreciendo una imagen muy dominante que llegó a colocarlos 17 puntos arriba en el marcador (37-54). De la mano de un inspiradísimo Santi Aldama, que sumó 15 tantos en la primera mitad tras firmar un 5/7 en triples, y de un agresivo Ja Morant, cuyas internadas en la pintura le permitieron generar para sus compañeros y ganarse varios viajes a la línea de tiro libre, los visitantes empezaron a recordar a aquel equipo que tanto brilló en temporada regular hace no mucho. Pero pronto comenzaron a ver cómo su rival crecía y cómo la noche se les ponía cuesta arriba.
Los Jazz tardaron algo más en entrar en el partido, pero cuando lo hicieron golpearon con fuerza. Con Lauri Markkanen y sus 35 puntos como referencia, los locales fueron poco a poco reduciendo la diferencia hasta hacerla desaparecer por completo en el último cuarto, en el que se pusieron incluso por delante. Algo que, por desgracia para ellos, duró tan solo 40 segundos.
Bane acude al rescate
Desde el momento en que Taylor Hendricks convirtió el tiro libre que puso el 105-104, los Grizzlies parecieron despertar de su letargo. Desmond Bane, que fue claramente de menos a más, se encargó de anotar o asistir 10 tantos consecutivos para los suyos que volvieron a ponerlos al frente, dándoles una distancia no excesivamente holgada pero a la que, esta vez sí, supieron agarrarse. Se aseguró de ello de nuevo Santi Aldama, que con dos canastas importantes en el clutch logró aferrar a los visitantes al liderazgo cuando más apretaba Utah.
El español terminó de hecho como máximo anotador de los suyos con 27 puntos, a los que llegó lanzando un 10/16 y demostrando tanto su capacidad para sumar desde el triple como desde la pintura. Estuvo secundado por los 24 tantos de Bane, de los 19 llegaron en la segunda mitad, mientras que Ja Morant terminó con 22 y repartió 10 asistencias.
El intenso y extraño debut de Zach Edey
El choque representó también la primera experiencia en la liga de Zach Edey, uno de los rookies más interesantes de esta camada, quien tuvo un debut como mínimo interesante. Aunque quizás no en el mejor sentido. El pívot, titular en ausencia de Jaren Jackson Jr., apenas pudo disputar 14 minutos tras cometer de forma rapidísima sus seis faltas personales, obligando a Jenkins a tener que improvisar y tirar de hombres secundarios como Jay Huff, quien no obstante fue una de las sorpresas positivas de la noche con 13 puntos.
Edey comenzó el partido de forma correcta, pero en el segundo cuarto cometió dos faltas en apenas un minuto que le hicieron colocarse con tres personales y ser enviado al banquillo. Y la cosa no cambió en la segunda mitad. El novato cometió la cuarta nada más arrancar el tercer parcial, siendo de nuevo sustituido poco después, y cuando volvió a pista en el último periodo tardó menos de tres minutos en hacer las dos que le faltaban y terminar expulsado, viviendo así una experiencia NBA casi exprés.
Con todo, si hay una noche en la que es normal pagar la novatada, es la primera. El pívot tendrá que trabajar para evitar cometer estos errores y poder dar más minutos a su equipo, en los que seguir usando su enorme tamaño para sumar algo más que los 5 puntos y 5 rebotes con los que terminó esta vez.
(Fotografía de portada: Alex Goodlet/Getty Images)