Era difícil ser optimista con los Toronto Raptors cuando se marcharon al descanso habiendo anotado a San Antonio solo 36 puntos, los mismos que muchos equipos anotan cómodamente en un solo cuarto. El ataque no fluía, los tiros no entraban, y Victor Wembanyama se estaba encargando de que nadie anotase un solo lanzamiento en la pintura. Sin embargo, cuando los canadienses salieron a la pista 15 minutos más tarde, la situación había cambiado radicalmente.
De 36 puntos anotados en la primera parte, pasaron a 36 en el tercer cuarto. Y más tarde, 39 en el cuarto. La ventaja local, que llegó a ser de 22 tantos, fue poco a poco desapareciendo mientras la fe visitante crecía. Y sobre todo, crecía un jugador que, tras un año de sophomore que dejó a muchos un tanto fríos, ha vuelto dispuesto a consolidarse.
Scottie Barnes tuvo muchos problemas para encontrar su juego en la primera parte, pero a la vuelta de vestuarios su imagen fue totalmente opuesta. Sus lanzamientos exteriores empezaron a entrar (4/6), y con OG Anunoby prácticamente anclado en la esquina para mejorar el spacing y alejar a Wembanyama de la pintura, el ala-pívot pudo encontrarse más cómodo atacando el aro tanto para finalizar como para doblar el balón a un compañero. Rajakovic le fio la responsabilidad de resucitar la ofensiva canadiense, y en consonancia con el resto del curso, respondió.
Barnes terminó el encuentro con 30 puntos, de los cuales 25 llegaron en la segunda parte y 17 en concreto en último cuarto. Por si fuera poco, sumó 12 rebotes, 6 asistencias, 3 tapones y 3 robos, cuajando una actuación completísima en un encuentro que, sin embargo, estuvo a 1,2 segundos de quedarse en San Antonio.
Anunoby y la fe en el rebote
Después de que Barnes pusiera el empate a 108-108 con solo 38 segundos por delante, los Spurs lograron recuperar la delantera gracias a dos tiros libres de Keldon Johnson, obligando a los canadienses a anotar una vez más. La atención extra de la defensa sobre Barnes llevó a este a ceder el balón a Schröder, que, viéndose abierto, buscó la victoria con un triple que no pudo entrar y cuyo rebote fue a parar a las manos de Wembanyama, quien sin embargo no pudo agarrar bien el balón tras chocar con su compañero Cedi Osman. Y OG Anunoby, que como si viera venir lo que iba a pasar esprintó hacia la pintura cuando parecía imposible hacerse con la bola, logró capturarla y llevarla al aro para, no sin varios rebotes y algo de tensión, poner el empate en el electrónico.
Scottie, interceptando el saque de banda, impidió que los texanos buscaran siquiera un último lanzamiento, y en la prórroga la dinámica era ya demasiado favorable a los visitantes como para contenerla. Anunoby, que gracias a su 7/11 en triples terminó con 24 puntos, y Schröder, que llegó a la misma cifra, secundaron a un Barnes estelar y se encargaron de dar la tercera victoria a los Raptors, que están demostrando ser un equipo verde pero con piezas muy interesantes para competir.
De nada sirvieron pues los 26 tantos de Keldon Johson, que dio un importante paso adelante en el último cuarto para tratar de evitar la remontada pero que solo consiguió posponer lo inevitable. Zach Collins, por su parte, terminó con 21, mientras que Victor Wembanayama alcanzó los 20 y fue fundamental en defensa con 5 tapones. El rookie, no obstante, pasó bastante desapercibido en ataque en el cuarto parcial, en el que solo sumó una canasta, lo cual resultó aún más sorprendente cuando en la prórroga los Spurs sí que empezaron a buscarle en la pintura, donde anotó en las dos posesiones que tuvo, pero ya era tarde para cambiar el signo del partido.
(Fotografía de portada: Michael Reaves/Getty Images)