Puede que no volvamos a ver a Andrea Bargnani jugando al baloncesto profesional. El jugador italiano de 32 años, sin equipo después de disputar media temporada en España con Baskonia en el curso 2016-2017, ha hecho uso de su cuenta de Facebook para enviar un mensaje en el que asegura que no tiene interés en firmar con ningún equipo.
Hola chicos. El otro día entré en mi página de Facebook tras mucho tiempo y leí muchos mensajes. En primer lugar me disculpo por no atender más mis redes sociales y por no responder los mensajes.
En todos (o casi todos) los mensajes me preguntan lo mismo, que coinciden con lo que me dicen por la calle cuando me paran: cómo estoy físicamente y cuándo volveré a jugar.
Quería decirles que físicamente estoy bien, pero después de la interrupción de mis dos últimos contratos no estoy buscando equipo. Todas las noticias que he leído sobre mí en los periódicos, sobre todo las de mercado, fueron inventadas por quien las escribió (y me parece que no hay ninguna novedad).
Las razones por las que no estoy buscando equipo para volver a las canchas son muchas y casi todas personales. Todos los que me conocen lo saben desde hace meses, pero quería que lo supierais vosotros, los que me seguís y me habéis estado apoyando durante tantos años porque me parecía mal no darles una respuesta tras recibir tantos mensajes. Estoy muy agradecido por el afecto que me habéis demostrado en el pasado… y les aseguro que aunque no se ve, es correspondido.
Desconocemos a qué se refiere de manera exacta con lo que define como motivos personales, pero de sus palabras se extrae un cierto desencanto con el baloncesto. Son 32 años y una carrera en la que tocó techo en Toronto tras ser nº1 del Draft de 2006 pero que fue poco a poco oscureciéndose.
De más a menos
Con un promedio de 14,3 puntos y 4,6 rebotes en su carrera NBA, Bargnani no tardó en mostrarse como estrella de los Raptors, donde incluso fue partícipe de dos incursiones en los playoffs. Ahí se quedó. Sin evolución más allá del buen tiro que atesoraba de manera innata, su juego fue quedándose corto ante otros jugadores que dominaban muchas más facetas del juego. Su paso por New York, tanto con Knicks como Nets, tampoco mejoró las cosas.