Otro paso más en dirección a la deseada —por muchos— vuelta de Seattle Supersonics a la NBA. El consejo municipal de la ciudad de Seattle aprobó ayer la reforma del KeyArena, el pabellón en el que durante tantos años jugaron los Sonics.
Y no se trata de una reforma más. La ciudad, en combinación con Tim Laiweke y su grupo Oak View Group, ha aprobado una ambiciosa reforma de más de 600 millones de dólares, lo que permitirá que el KeyArena pueda albergar en el futuro partidos de la NBA y la NHL. De acuerdo al periodista David Aldridge, el renovado KeyArena tendrá capacidad de 17.150 personas para partidos de NHL, 18.350 para partidos NBA y 19.100 para conciertos.
Según Geoff Baker del Seattle Times, se espera que el proyecto esté concluido para octubre de 2020 y en el texto aprobado se autoriza a un acuerdo de renovación por el que “el KeyArena se convierta en un pabellón de talla mundial para varios deportes y entretenimiento”.
Leiweke, el hombre detrás del gran proyecto, fue presidente y CEO de Maple Leaf Sports and Entertainment, la empresa propietaria de los Toronto Raptors, Toronto F.C. (MLS) y Toronto Maple Leafs (NHL); también fue presidente de Anschutz Entertainment Group (AEG), grupo propietario de Los Angeles Kings (NHL), Los Angeles Galaxy (MLS) y parte del accionariado de Los Angeles Lakers. Ahora, en su nuevo rol, tratará de devolver a Seattle un equipo de baloncesto profesional masculino.
Seattle y la NBA sabían que era inviable plantear la posibilidad de que la ciudad capital del estado de Washington volviese a tener un equipo en la Liga, pero con un recinto adaptado al siglo XXI sin duda a partir de ahora las conversaciones para que Seattle vuelva a albergar una franquicia NBA tendrán mucho más calado.